La Formación Profesional Dual sigue estando en pañales

Las bases de la Formación Profesional Dual en España (formación compartida entre el centro formativo y la empresa) fueron establecidas en el Real Decreto 1529/2012. Hubo muchas razones que llevaron a su planteamiento. Entre ellas, que allí donde está implantada, el desempleo juvenil alcanza cotas bajas: Alemania (7%), Austria (11%), o Dinamarca (12%).

Según los datos recogidos por el estudio “Orientación Profesional y Formación Dual: hacia un modelo integrado para el empleo juvenil”, elaborado por el Instituto de la Empresa familiar (IEF) y Bankia, el número de alumnos se ha multiplicado casi por 5,5 en los últimos cuatro años: de 4.292 a 23.919. También ha crecido el número de empresas participantes, de 513 a 9.916. Y los centros formativos no se han quedado atrás: de 176 a 894.

El número de alumnos de Formación Profesional Dual sólo es el 2,1% del total inscritos en Formación Profesional

Estos números, que podrían parecer que es el momento de tirar las campanas al vuelo, esconden una triste realidad. “Estas cifras apenas suponen el 2,1% del número total de alumnos matriculados en Formación Profesional”, señala Mercedes Chacón, de la Fundación Bankia por la Formación Dual.

Pero hay más. El número de empresas dedicadas a este menester ha crecido en un porcentaje mayor que el de alumnos, por lo que el ratio de alumnos por empresa ha menguado: de 8,4 a 2,4. Eso se debe a que son las compañías de menor tamaño las que más están apostando por esta fórmula.

La Formación Profesional Dual y la sobrecualificación

“El empresario quiere que el trabajador tenga experiencia, que resuelva problemas y tome decisiones”, argumenta Mercedes Chacón. Dicho de otra manera, que el personal esté cualificado, que tenga capacidades personales y técnicas adaptadas a sus necesidades. “El 15% de las empresas tiene como principal preocupación encontrar personal cualificado”, se lamenta Esteban Sastre, director del Departamento de Economía y Empresa del IEF.

La pescadilla que se muerde la cola: no trabajan porque no tienen experiencia, y no tienen experiencia porque no trabajan. Atendiendo al estudio Escasez de Talento, de ManpowerGroup, la falta de experiencia (29%), la escasez de candidatos disponibles (25%) y la falta de capacidades técnicas (22%), son los principales motivos por los que las empresas no encuentran el personal adecuado.

sobrecualificación Merca2.es

Además, y según un estudio de Hays, el 58% de los empresarios considera que hay un desajuste entre las competencias que necesita la compañía y la preparación de sus trabajadores, y un 60% está cambiando las características que busca en un empleado.

¿Por qué? Porque, por un lado, estamos con un elevado número de jóvenes que no tienen los estudios suficientes para desempeñar las directrices que ofertan los puestos de trabajo; y, por otro, aquellos con titulaciones de grado superior en puestos que no requieren tal nivel de cualificación. Por si fuera poco, estos últimos podrían aceptar esos puestos ‘inferiores’ para, con el tiempo, dar el salto a otros más acordes con su titulación. Sin embargo, esa supuesta meritocracia acaba diluyéndose en agua de borrajas, lo que desmotiva al trabajador. Dos datos: en el sector servicios, la sobrecualificación es del 64%, mientras que en el sector industrial llega al 50%.

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La razón de esta polarización está en la no existencia de una oferta de formación de calidad intermedia. “La Formación Profesional actual es mejorable. Todavía puede desarrollar más su calidad”, pronostica Esteban Sastre. Por no hablar unos costes que no son peccata minuta.

Según expone el IEF, “si suponemos un coste medio anual por alumno universitario para el Estado de 6.500 euros y un periodo medio de seis años para la obtención de una licenciatura, y el mismo coste para la Formación Profesional de grado superior, pero con una duración de dos años, se podría alcanzar un ahorro en torno a 26.000 euros por cada alumno que en lugar de cursar una carrera universitaria estudiase Formación Profesional. Lo que para cada 10.000 alumnos supone un ahorro de 260 millones de euros en su periodo formativo”. Además, estos profesionales entrarían antes al mercado.