domingo, 15 diciembre 2024

Bankia, Banco Santander, BBVA… ¿vuelven los préstamos?

Durante 2017, el volumen de crédito al sector privado, es decir, a familias y empresas, no mostró una buena salud, ya que cayó un 1,8% según el Banco de España. Sin embargo, a partir de agosto, mostró una ligera mejoría. Por ejemplo, en noviembre, el volumen acumulado de nuevas operaciones de crédito creció un 5,5% interanual. Significativo es el incremento a familias y pymes (8,1% en nuevas operaciones). ¿Significa eso que tanto BBVA, Banco Santander o Bankia vuelven a abrir la mano con el crédito?

En BBVA, durante 2017, la inversión crediticia (crédito a la clientela no dudoso en gestión) registró un retroceso del 1,1% respecto a finales de 2016. ¿Por qué? Por la reducción de la cartera hipotecaria y del sector público. En el otro lado de la balanza, la financiación a empresas (10,4%), y los créditos al consumo (34,7%), mostraron un buen comportamiento interanual.

Banco Santander, por su parte, aumentó los nuevos préstamos en España sobre todo en el crédito a consumidores y pymes, aunque se vieron contrarrestados por una disminución en los préstamos hipotecarios. En global, el saldo total bajó un 2%.

Los volúmenes de préstamos pendientes han continuado su disminución en 2017, aunque a un ritmo más reducido

Por lo que respecta a Bankia, los préstamos a clientes cayeron un 2% (excluída BMN). Y eso que los nuevos préstamos hipotecarios (+133,5%), de consumo (+14,6%) y pymes (+30,2) compensaron el descenso bruto en el stock de préstamos hipotecarios, sin incluir BMN.

“A pesar del repunte en la producción de nuevos préstamos y el tono generalmente alcista de muchos bancos, los volúmenes de préstamos pendientes continuaron disminuyendo en 2017, aunque más lentamente”, señala Marco Troiano, analista bancario de Scope Ratings. Y añade: “Esto fue impulsado por el reembolso y la amortización de antiguas exposiciones, principalmente hipotecas residenciales”.

Bankia y el desapalancamiento

La recuperación de la actividad ha sido una de las señas de identidad del sector financiero durante 2017. Reforzaron sus balances a la par que incrementaron su capacidad para absorber shocks y aumentaron los indicadores de solvencia a la par que mejoraron los de calidad de los activos. Todo ello en un escenario económico dinámico, con un crecimiento sólido del PIB y una mejora del empleo.

“Los datos agregados muestra que, a pesar del repunte en la producción de nuevos préstamos y el tono generalmente alcista de muchos bancos, los volúmenes de préstamos pendientes han continuado su disminución en 2017, aunque a un ritmo reducido”, apunta Marco Troiano. Un impulso que vino relanzado por el pago y amortizaciones de antiguas exposiciones, en gran parte hipotecas residenciales.

Si echamos la vista atrás, el crecimiento máximo antes de la crisis en el nivel de préstamos fue del 25%. Progresivamente fue cayendo, hasta llegar al pozo del -14% en 2013. Desde entonces, los números han ido menguando, hasta ser prácticamente planos el pasado año. “Ya en 2018 hemos visto el optimismo del sector. Incluso objetivos ambiciosos en términos de crecimiento de volumen en algunas entidades que han presentado planes de negocio como Banco Sabadell o Bankia”, manifiesta el analista de Scope Ratings.

Poniendo como ejemplo a Bankia, y según dijo su consejero delegado, José Sevilla, en la presentación del Plan Estratégico 2018-2020, “el escenario proyectado nos permite converger con la UEM en apalancamiento a hogares y empresas”. Y uno de los pilares de su estrategia es el impulso a las formalizaciones de crédito en hipotecas (se pasaría del 7,3% al 10,8% en nuevas), empresas (del 6,9% al 7,7%) y consumo (del 5,5% al 6,6%).

“A pesar de las señales de que el ciclo de desapalancamiento del sector privado ha terminado, ese volumen de crecimiento seguirá siendo moderado ya que la deuda de los hogares y las empresas se mantiene, en promedio, más alto que la media de la eurozona como porcentaje del PIB”, augura Marco Troiano.

¿Qué va a pasar? El analista de Scope Ratings apunta a que “los bancos con una franquicia totalmente nacional [Bankia, por ejemplo] lucharán para encontrar crecimiento orgánico, especialmente los históricamente centrados en préstamos relacionados con bienes inmuebles, donde el desapalancamiento permanece más pronunciado”. ¿Y los bancos con intereses más allá de nuestros lares como Banco Santander o BBVA? “Tendrán la opción de desplegar su capital en el extranjero”, indica Troiano. ¿Cuándo veremos un acelerón? “Es una incógnita. Dependerá de factores macro, de consideraciones regulatorias y de la demanda de crédito”, concluye.


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