Según las estadísticas, hay clientes que no volverán a un establecimiento hotelero por sus incidencias con el ruido y trabajadores que reconocen que es uno de los factores que más ansiedad les provoca en su entorno laboral. Por ello, la acústica se está convirtiendo en un elemento indispensable en toda planificación arquitectónica
Los expertos sanitarios alertan de que la sobreexposición al ruido está perjudicando considerablemente la salud y la capacidad auditiva de la población, adelantándose, incluso, el padecimiento de la sordera propia de la edad a personas de entre 40 y 50 años. Un problema que no solo fundamenta su origen en la vorágine de la urbe (industria, tráfico, ferrocarriles…), sino que también proviene del interior de las viviendas y edificios.
Esto ha provocado que la preocupación por el ruido en lugares públicos o concurridos se eleve, convirtiéndose en una condición indispensable para conseguir la calidad de oficinas, restaurantes, hoteles, auditorios, centros de ocio, etc. Así lo reflejan algunas estadísticas: el 13% de los clientes no volverá a un establecimiento hotelero por sus incidencias con el ruido (Market Metrix) y el 29% de los trabajadores reconoce que es uno de los factores que más ansiedad les provoca en su entorno laboral (Oi2). Por ello, las soluciones acústicas en la arquitectura están empezando a tomar forma y a consolidarse como uno de los pilares del futuro de la construcción.
Los expertos de Sto, multinacional alemana especializada en fabricación de sistemas acústicos, explican principales tendencias en este ámbito. La primera de ellas es la medición del ruido con factores psicológicos. Los decibelios y el tiempo de reverberación se están quedando obsoletos a la hora de determinar la perfecta acústica de recintos. Ahora se escucha más al usuario y se apuesta por los denominados estudios psicoacústicos, emprendidos por entidades como el Instituto Fraunhofer de Stuttgart. Estos se basan en el uso del recinto y en las impresiones auditivas psíquicas subjetivas de las personas, a fin de desarrollar sistemas acústicos innovadores.
La segunda es la consideración de las expectativas por tipo de edificio. El objetivo ahora es satisfacer las expectativas adecuadas según el tipo de espacio. Aunque existen distintas soluciones de acondicionamiento acústico, es fundamental saber para qué será utilizado el espacio: aula, restaurante, auditorio, sala de máquinas, oficinas de planta abierta… Por ejemplo, la expectativa para un restaurante será la discreción y en un aula la inteligibilidad del habla. Cada uno de estos ambientes requerirá características especiales que absorban, reflejen o potencien el sonido, siempre según el uso.
La tercera tendencia es la importancia del confort acústico como factor indispensable a la hora de diseñar un recinto. Los elementos de confort para el trabajo y una vida relajada son la arquitectura, la climatización, la Iluminación y, por último, la acústica, siendo este uno de los más influyentes en el humor y estado de ánimo de las personas. Por ello, la preocupación por el usuario está llevando a que la primera pregunta antes de plasmar un proyecto sea “¿cómo diseñar los recintos para que las personas se sientan a gusto en ellos?”.
A las anteriores se une el paso de lo perforado o registrable a lo continuo. Las soluciones acústicas efectivas están cobrando importancia en la arquitectura moderna. Durante la fase de planificación ya se plantea la pregunta: «¿con qué medios se puede influir de forma positiva en el sonido de un recinto y, a ser posible, sin que se vea?» En última instancia, cómo suena un recinto viene determinado en gran medida por cómo lo ven y lo perciben sus usuarios. Hoy en día, las soluciones tienden hacia lo continuo, lo limpio, sin juntas, sin perforaciones… Se busca la libertad creativa en combinación con el confort acústico.
La quinta es el diseño de materiales constructivos tradicionales en beneficio de la acústica. Los proveedores de materiales han creado sistemas en los que, si un arquitecto quiere utilizar hormigón o vidrio, materiales muy difíciles desde el punto de vista acústico, puedan hacerlo gracias a un diseño absorbente que favorezca una acústica adecuada. Eso sí, lo recomendable es que estos elementos, en caso de nuevas construcciones, se incluyan en el proceso de planificación desde el principio, ya que hacer correcciones posteriores no será efectivo al 100%.
Y, por último, la novedad más vanguardista: el mobiliario acústico. Los elementos de mobiliario han pasado de ser meros objetos decorativos a tener mayor relevancia en el diseño de espacios y participar activamente en la articulación de espacios. Con el fin de mejorar la acústica interior de los espacios de trabajo ya existen diversas soluciones para mobiliario tales como mamparas, biombos, sillones, pufs, estanterías, lámparas, cabinas, mostradores, etc.
Fuente Comunicae