Bruselas examina a Telefónica y la competencia en las telecos españolas

Las compañías de teléfono en España están siempre vigiladas por el regulador. Se trata, sobre todo, de que no haya movimientos raros que perjudiquen a los consumidores. Aunque dicha vigilancia hay que revisarla cada cierto tiempo. Y eso es lo que quieren hacer desde Bruselas y, lógicamente, todas las miradas apuntan a Telefónica en el caso español.

Como antiguo monopolio que es, el operador azul tiene mayor capacidad para desarrollar su negocio debido a las infraestructuras heredadas de su periodo como empresa pública. Aunque todo eso quedó atrás y, en estos momentos, parece que hay una competencia (perfecta) entre compañías. No obstante, eso no implica que los reguladores, tanto nacionales como europeos, tengan que controlar los mercados.

De este modo, la semana pasada la Comisión Europea publicó el último borrador de su propuesta de reforma que afecta a las directrices relativas al poder significativo de las empresas. Se trata de unas normativas que deben asumir los reguladores nacionales bajo unos mismos parámetros. Un borrador que se ha enviado al suprarregulador europeo Berec para que lo examine y dé su opinión sobre él.

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Las directrices actuales para evaluar dichos poderes significativos por parte de un operador de telefonía son de 2002. Por lo tanto, consideran que hay llegado la hora de revisarlo debido a los cambios económicos, jurídicos y tecnológicos producidos en este tiempo. Así, las directrices revisadas brindarán orientación práctica a los reguladores sobre cómo identificar los conflictos del mercado, así como las estrategias anticompetitivas coordinadas por los operadores de red.

Telefónica bajo la lupa

El borrador enviado al Berec, lógicamente, no apunta hacia ninguna empresa en particular, aunque se presupone que los operadores con poder significativo son los antiguos incumbentes o las compañías que mediante crecimiento inorgánico han aumentado su tamaño. En el caso español, con Telefónica, sucede lo primero.

¿Pero qué significa tener poder dominante? ¿Sucede eso con la compañía presidida por Emilio Gayo en España? La Comisión Europea describe esa dominancia como la consecución de una fortaleza económica que permita, en cierto modo, actuar sin tener que estar preocupado por las acciones comerciales de sus rivales; que no le importe presionar a sus clientes corporativos mayoristas; y, en último lugar, que traslade esa indiferencia de “da lo mismo lo que haga” a los propios consumidores.

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Además, para establecer esa posible dominancia, establecen entre otras cuestiones que la cuota de mercado en un segmento de negocio sea superior al 50% durante un periodo largo de tiempo y que, como añadido, eso signifique controlar los precios. Pero hay más cuestiones que tienen que ver con la capacidad de despliegue de los rivales, las barreras de entrada y expansión; o el acceso a la financiación.

¿Y puede haber una dominancia conjunta?

Hace unos años, el consejero delegado de Vodafone a nivel de grupo, Vittorio Colao, manifestó que en España existía un oligopolio, pero de carácter competitivo. Eso elevó las alarmas de la competencia, una que supone poco más del 10%, tanto en fijo como móvil. De este modo, entre los rojos, Orange España y Telefónica parecían tener copado todo el sector. ¿Eso podría ser también considerado poder dominante?

Para Bruselas puede ser. No es este caso, pero sí hace referencia en su documento a que existan situaciones en que no haya competencia efectiva por la colusión estratégica de diferentes empresas. Para ello advierten de que debe haber máxima transparencia en las acciones comerciales y estratégicas. Eso es lo que pide a los reguladores nacionales que observen con detalle.

El objetivo es que no se den situaciones como la vivida en España hace unos días, donde una organización de consumidores denunciaba públicamente que Telefónica, Vodafone y Orange pactaban precios con el pertinente perjuicio para los usuarios.

La situación deberá quedar resuelta antes de que finalice abril, que es el periodo fijado por Bruselas para implementar las directrices. Así pues, el Berec tiene un par de meses para dar su opinión sobre el documento y validar las propuestas.

Raúl Masa
Raúl Masa
Ex Coordinador de redacción y redactor de empresas y economía; especializado en telecomunicaciones, tecnología y energía.