viernes, 13 diciembre 2024

La fotovoltaica española saca pecho en medio de la tempestad

Son tiempos extraños para el sector energético español. Con un ministro del ramo en plena vorágine legislativa, y sin visos de que nadie le vaya a detener, dar buenas noticias parece extraño. Pero España es un país que trabaja para ser más eficiente y limpia, y eso solo lo pueden lograr las renovables.

Por eso, que el sector fotovoltaico siga creciendo es positivo. En ese contexto, según los datos registrados por Unef, el pasado año en España se instalaron 135 MW de nueva potencia fotovoltaica, lo que supone un incremento del 145% con respecto a los 55 MW instalados en 2016 y un importante crecimiento frente a los 49 MW de 2015.

Esta nueva potencia se reparte entre instalaciones de autoconsumo, proyectos fotovoltaicos conectados a la red y dados de alta como productores de energía eléctrica e instalaciones desconectadas de la red, sobre todo para uso agrícola y de electrificación rural.

Este desarrollo ha sido impulsado, por una parte, por el alto grado de competitividad alcanzado por la tecnología fotovoltaica, cuyos costes se han reducido de forma notable en los últimos años, cayendo un 73% entre 2010 y 2017; y, por otra parte, por la voluntad de los ciudadanos, de las pymes y de las administraciones locales de demonstrar su compromiso con la lucha contra el cambio climático, generando y consumiendo energía limpia.

Quiénes apuestan por la fotovoltaica

En muchos sectores, como el agrícola, el vitivinícola, el agroalimentario, el de la distribución y el hotelero, las empresas han decidido apostar por la tecnología fotovoltaica porque contribuye a reducir de manera importante los costes de aprovisionamiento de energía eléctrica, incrementando la competitividad.

Además, cabe destacar que la celebración de las subastas de energía renovable del año pasado ha abierto un escenario de resurgimiento del sector fotovoltaico, que instalará 3,9GW  hasta finales de 2019.

No obstante, el caso de España queda lejos de otros países de nuestro entorno, como Alemania, que en 2017 instaló 1,75 GW de nueva potencia fotovoltaica, Bélgica, donde se instalaron 264 MW fotovoltaicos, la mayor parte de instalaciones de autoconsumo residencial; y Países Bajos, donde el año pasado se instalaron 853 MW, repartidos principalmente entre instalaciones de autoconsumo residencial y ámbito comercial.

Pese a este contexto favorable, desde Unef creen todavía falta por hacer, sobre todo pese a las barreras administrativas y económicas impuestas al autoconsumo. Por ello, para garantizar la definición de un marco de tramitación claro y sencillo, que facilite la instalación de autoconsumo, desde Unef han elaborado y enviado al Ministerio de Energía una propuesta de simplificación administrativa, sobre la que esperan recibir una respuesta.


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