Si usted es cliente de la Cuenta 1,2,3 de Banco Santander, a partir del próximo 10 de febrero verá como el mensaje que solía recibir diciéndole lo que había ganado se desinfla. Porque la entidad presidida por Ana Botín bajará el límite máximo remunerado al 3% de los 15.000 euros actuales a 10.000 euros.
Eso sí, mantendrá la parte final del mensaje en la que le indica que lleva acumulados tantos euros desde que se hizo cliente (y de esta forma ver que sus ahorros siguen engordando). También hará lo propio con las bonificaciones: los recibos de gastos del hogar, seguros, gastos en educación, o recibos municipales, seguirán bonificándose entre el 1% y el 3%.
La razón de este movimiento es bien sencilla: si los tipos de interés están al 0%, resulta imposible ofrecer remuneraciones al 3%. Dicho de otra manera, con unos tipos de interés tan bajos, y durante tanto tiempo, las limitaciones para obtener una rentabilidad son patentes. ¿Traducido a euros? El ahorro para Banco Santander estará en el entorno de los 100 millones de euros.
No es la primera vez que Banco Santander da una vuelta de tuerca a su cuenta estrella desde que la vistió de largo en España allá por 2015. El pasado 12 de febrero de 2017, los 2,3 millones de clientes se vieron en la obligación de contratar una tarjeta de crédito por el módico precio de tres euros al mes (que se restaban de su cuenta).
El ahorro para Banco Santander estará en el entorno de los 100 millones de euros.
Aun así, y a lo largo de 2017, el número de personas que han contratado la Cuenta 1,2,3 ha sido de medio millón. ¿Se repetirá la cifra en 2018 teniendo en cuenta las condiciones menos ventajosas para los clientes? “La evolución de clientes está siendo buena. La Cuenta 1,2,3 es una estrategia ganadora pero seguiremos ajustando las condiciones dependiendo del entorno de tipos y de otras consideraciones”, afirmó Ana Botín durante la presentación de resultados del año 2017. Blanco y en botella.
Banco Santander ya sabía a qué jugaba
La entidad presidida por Ana Botín ya sabía, cuando apostó por la Cuenta 1,2,3, que supondría unas pérdidas para la entidad que estarían sobre los 500 millones de euros. Una cantidad que no asustaba porque la contrapartida era ‘pescar’ más clientes, en un primer paso, para en un segundo escalón, fidelizarlos.
A mediados de 2016, según sus previsiones, su marcha sería tan buena que esos números rojos quedarían guardados en el baúl de los recuerdos. Sin embargo, los retoques que está sufriendo la Cuenta 1,2,3 no hacen sino demostrar que los números no están saliendo tal y como se esperaba. Por tanto, y si no suben los tipos de interés, la única solución que queda es seguir bajando las condiciones (Ana Botín dixit).
En otro orden de cosas, Banco Santander consiguió un beneficio de 6.619 millones de euros en 2017 (+7% respecto a 2016), aumentó los ingresos en ocho de los diez mercados en los que está presente, y el margen de intereses creció un 10%.
Respecto a Banco Popular, Ana Botín destacó que “nos gustaría seguir trabajando con aquellas compañías con las que Banco Popular tenía alianzas aunque es un tema que va a llevar su tiempo”. También se mostró abierta a que Deloitte mostrara el informe sobre la entidad adquirida, y se mostró tajante al afirmar que «con la compra dimos estabilidad a miles de accionistas y clientes”.
Por último, y refiriéndose al impuesto a la banca propuesto por PSOE y Podemos, manifestó que “Banco Santander ayudó al sector con 3.000 millones de euros”. También hizo hincapié en que “la tasa impositiva debe ser la misma para todas las empresas. Por tanto, tener una tasa diferente no se justifica”.