María Pombo, Alexandra Pereira, y otras jóvenes influencer han denunciado acoso en las redes sociales. Internet ha revolucionado el mundo de las telecomunicaciones. No es el futuro, es el presente. Los adolescentes apenas consumen televisión. Su vida se basa en portátiles, tables y iPhone. Desde ahí se comunican con otros usuarios a través de redes sociales, herramientas fascinantes a las que se les puede dar un abanico tremendo de usos: desde ganar dinero con ellas hasta acabar en prisión.
Para centrar el tema, debemos hablar del términar ‘stan‘. Un ‘stan‘ es la mezcla exacta de la palabra ‘stalker‘ (acosador) y ‘fan‘ (fanático). Después existen los límites y los nociones morales que cada persona tenga sobre lo que está bien y lo que está mal.
1María Pombo
El caso de María Pombo es bastante especial. Con tan solo 22 años, la madrileña arrastra consigo más de 700.000 seguidores en Instagram. Junto a su novio, su hermana y su cuñado tiene una firma de ropa, donde sus seguidoras consumen todo lo que la creativa diseña para ellas. Hace apenas unos días, María Pombo publicaba un vídeo en el que apoyaba a su compañera blogger, Alexandra Pereira (Lovely Pepa) confesando que ella también había sido víctima del acoso en las redes sociales:
«Merece la pena estar esa media hora viendo el vídeo. Es una cosa que sufrimos, porque yo me incluyo. Yo suelo subir pantallazos de las cosas tremendas que me dicen para que os deis cuenta de que hay gente que pierde su tiempo en hundir a otras personas, piensan que somos robots sin sentimientos». Pero, ¿cuál es el caso de Alexandra Pereira y por qué ha supuesto una tremenda revolución?
