La misteriosa cena de Rodrigo Rato con los hermanos Costa

El cenáculo era uno de los restaurantes de moda de Madrid, curiosamente no lejos de la sede de Génova, 13. Los comensales, Rodrigo Rato, Juan Costa y Ricardo Costa. El más joven de ellos, Ricardo, que iba con Laura Chorro, su pareja, hacía solo unas horas que había montado un considerable escándalo político en los tribunales valencianos al admitir la financiación con “dinero B” del PP. Una cena sorprendente, ya que las relaciones entre ellos no parecía las mejores, salvo por una circunstancia: el cambio de estrategia, tan sorprendente y virulento con el PP, que algunas fuentes no descartan que esté concertado entre ellos.

Rodrigo Rato y Juan Costa formaron dupla económica en una de las épocas doradas del PP, en la primera legislatura de José María Aznar. Costa era el secretario de Estado de Comercio y Turismo mientras Rato era vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda. Cristóbal Montoro aún estaba en la recámara. El equipo se enfrió un poco debido a los diferentes rumbos y agendas, cuando Juan Costa logró, al fin, en la última etapa de Aznar, ser ministro, en su caso de Ciencia y Tecnología. Juan Costa es desde hace años asesor jurídico de alto nivel para cuestiones relacionadas con el cambio climático de la consultora EY.

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Ricardo Costa, ‘Ricky’, entonces llegaba al culmen de su poder, como secretario General del PP de la Comunidad Valenciana. Los Costa son una de las grandes familias de Castellón, feudo entonces del todopoderoso Carlos Fabra, hoy condenado por la Justicia y convicto en tercer grado. Juan Costa era diputado por Castellón y en el feliz arranque del siglo XXI todo pintaba bien para esta familia política del PP.

Hoy todo pinta negro, con Rodrigo Rato acosado en varios frentes judiciales por su gestión al frente de Bankia y Ricardo Costa en la picota por la trama Gürtel. Sin embargo, hace unos meses la estrategia de defensa de Rato giró unos grados.

Actuación concertada

Fuentes del PP no descartan que este encuentro suponga la activación de una actuación concertada de Rato y sus antiguos compañeros de viaje político. El ex vicepresidente del Gobierno y ex presidente de Bankia sorprendió con su actuación en el Congreso durante su comparecencia en la comisión que investiga la crisis financiera. Realizó un durísimo ataque contra el ministro Luis de Guindos (antiguo colaborador de su equipo en la época Aznar) y contra el titular de Justicia, Rafael Catalá.

Del mismo modo ha sorprendido la estrategia de defensa en los tribunales de Ricardo Costa, que ha acusado directamente al ex president de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, de ordenar la financiación ilegal del PP en Valencia. En la práctica, ha puesto patas arriba al PP valenciano, en lo que fuentes de la formación política consideran “estrategia de tierra quemada”.

La comparecencia de Rato en el Congreso acabó con las pocas simpatías que le quedaban en el PP. Antiguos compañeros de partido no comprenden la táctica del ex vicepresidente, que además no tiene el descargo de que vaya a tener influencia alguna en sus vicisitudes legales. “Fue un ataque político sin contemplaciones que acabó con el poco crédito que le quedaba”, explica la misma fuente ‘popular’.

Pero estas valoraciones no ocultan que la posibilidad de Rodrigo Rato desatado y vengativo junto a su antiguo equipo podría ser un grave problema para el PP. Lo que un cargo público del partido ha expresado gráficamente para Merca2: “El odio entre todos puede llevarnos al desastre”.