Para 2020 queda menos de lo que pensamos. Apenas un año y medio. Y justo en esa fecha será cuando la nueva tecnología móvil 5G deba estar lista. De ahí que los operadores, como por ejemplo Telefónica, se vayan preparando. No solo para ofrecer la mejor experiencia de usuario a los clientes, sino para hacer negocio sobre las inversiones realizadas.
Y es que no lo debemos olvidar: son empresas privadas. Por eso, al anunciar planes de despliegue de red, mejoras en los servicios, mayor ancho de banda… todo debe conducir al mismo punto: la obtención de rentabilidad que vaya a parar a manos de sus accionistas e inversores. Así, cuando este lunes Telefónica ha presentado de la mano de Ericsson y Nokia el proyecto conjunto que van a desarrollar de 5G en las ciudades de Segovia y Talavera de la Reina, en el ambiente surgió varias veces el mismo concepto: monetizar.
Pero vayamos por partes. ¿Qué significa lo de hacer una ciudad laboratorio de 5G? Se trata de ir probando propuestas pioneras con esta tecnología móvil. Desde las primeras capacidades de la quinta generación móvil hasta el despliegue de la nueva red 5G y el desarrollo de casos de uso que permitirán a los ciudadanos y a las empresas disfrutar de las ventajas de esta tecnología.
En concreto, la nueva generación móvil hará posible incrementar la velocidad hasta obtener picos desde uno hasta 10Gb/s (más de tres veces la velocidad actual de la fibra en el hogar) y reducir la latencia hasta llegar a un mínimo de entre uno y cinco milisegundos, además de disponer de alta capacidad, con la posibilidad de tener hasta 100 veces más dispositivos conectados.
¿Pero cómo hacen las empresas dinero con todo esto? Al margen de los beneficios que tengan los usuarios, los operadores de telefonía como Telefónica, así como los proveedores, Nokia y Ericsson en este caso, también deben tener un retorno de todas esas pruebas, experimentos y, sobre todo, inversión.
Telefónica, preocupada por hacer dinero
“Rotundamente no”. Así contestó el presidente de Telefónica, Luis Miguel Gilpérez, a una pregunta realizada por Merca2 sobre si al 4G le había faltado monetización. Desde su punto de vista, se trata de una tecnología que todavía tiene mucho recorrido, y de la cual todavía esperan tener un importante retorno económico.
Por su parte, el consejero delegado de Ericsson España, José Antonio López, matizó que si bien es cierto que el 4G ha sido un acierto, tanto a nivel tecnológico como económico, sí deben aprender de los errores de gestión que supuso el 3G. Por eso asegura que trabajan en seguir mejorando el actual 4G, y ya se preparan para el 5G.
Pero entonces, ¿qué pasa con la monetización? Gilpérez tampoco quiso negar la evidencia: se ha producido una explosión en el uso de datos móviles, y eso conlleva fuertes inversiones para ofrecer el mejor servicio. Por lo tanto, todo eso habrá que rentabilizarlo de alguna manera. Y nada mejor que empezar a experimentar en Segovia y Talavera.
Por ejemplo, han anunciado que próximamente habrá una representación de La Celestina en formato de realidad aumentada, con hologramas y actores reales. Todo eso será gracias al 5G. Igual que las pruebas de coches conectados, así como infinidad de negocios que, gracias a una mejor conexión, pueden desarrollar mejores y nuevos servicios.
Justo ahí es donde Telefónica, al igual que los proveedores y todo el entramado necesario para el desarrollo tecnológico, necesitan que surjan oportunidades reales. Que vaya más allá de la conectividad móvil, algo que a estas alturas se antoja escaso.
La importancia de monetizar
Sobre la importancia de monetizar el 5G y su desarrollo, se ha hecho eco también el consejero delegado de Orange España, Laurent Paillassot. Unos minutos después de la presentación llevada a cabo por Telefónica, el directivo francés se descolgaba con el siguiente tuit.
Cuando smart city es igual a smart money: casos de éxito por @OrangeEmpresas https://t.co/4XqVhYKRrk
— Laurent Paillassot (@LPaillassot) 22 de enero de 2018
Enlaza a un artículo del blog corporativo de la compañía donde se hace eco, precisa y curiosamente, de la manera en que se puede monetizar una ciudad inteligente con el desarrollo de redes. Igual que lo buscado por el operador en Segovia y Talavera de la Reina.
En todo caso, y como ha enfatizado Álvaro Sánchez, director de la cuenta de Telefónica España en Nokia, lo más importante será aplicar casos de uso real. Un ejemplo es el coche conectado, y cómo se podrá utilizar en estas ciudades en las que experimentan.