Patrick Winters y Jan-Henrik Förster para Bloomberg
UBS Group anunció su primera recompra de acciones desde la crisis crediticia y estableció nuevos objetivos financieros. Sin embargo, estos no impresionaron a los inversores.
Las acciones cayeron a su punto más bajo desde julio, después de que el banco -con sede en Zurich- estableciera metas poco ambiciosas para la rentabilidad, los costos y los ingresos netos. Además, el plan de recompra de acciones por 2.000 millones de francos suizos (1.696 millones de euros) en tres años no alcanzó a los rivales clave de Estados Unidos.
“Morgan Stanley recomprará hasta 5.000 millones de dólares al año (4.085 millones de euros), y Goldman entre 5.000 a 6.000 millones de dólares (4.085 a 4.902 millones de euros), por lo que el monto de 2.000 millones de francos en tres años es decepcionante”, apuntó Piers Brown, analista de Macquarie Bank. “Ellos no pueden hacer mucho más dados sus niveles de capital”.
El plan de recompra de acciones no alcanzó a los rivales clave de EEUU
Durante más de seis años como consejero delegado, Sergio Ermotti aceleró un impulso en la gestión de patrimonios, redujo el tamaño del banco de inversión y cumplió con requisitos de capital más estrictos.
También aumentó los dividendos y avivó las expectativas de un aumento de los pagos de los accionistas. Aunque Ermotti describió los anuncios del lunes como una “actualización” de su estrategia, en lugar de un “reinicio”, los inversores lo trataron más como una degradación.
Interrogatorio intenso
Ermotti y la directora financiera, Kirt Gardner, se enfrentaron a una llamada telefónica con analistas que repetidamente preguntaron por qué los nuevos objetivos no eran más agresivos. El consejero defendió las metas y las calificó como ambiciosos, realistas y factibles teniendo en cuenta la actual falta de visibilidad macroeconómica y geopolítica.
La recepción silenciada fue tal vez la más sorprendente, debido a que el banco se había acercado a los inversores y analistas en las últimas semanas para evaluar si dar una actualización estratégica más formal, comentaron la semana pasada personas con conocimiento del tema.
UBS se comprometió a aumentar el dividendo cada año, en porcentajes de un dígito medio a alto, en comparación con un objetivo anterior de devolver al menos la mitad de las ganancias a los accionistas, siempre que su índice de capital permanezca por encima del 13%. Gardner también indicó que las recompras podrían exceder la cifra de 2.000 millones de francos, si el capital lo permite.
“La palabra recompra probablemente entusiasme a varias personas, pero en realidad es una recompra pequeña”, advirtió por teléfono Neil Smith, analista de Bankhaus Lampe. UBS ha reducido las actividades comerciales desde la crisis financiera para liberar fondos y cumplir con requisitos de capital más estrictos.
“En realidad es una recompra pequeña”
El banco ahora tiene más certeza sobre asuntos regulatorios y legales, después de que los legisladores europeos decidieran sobre los estándares de capital global en diciembre. El prestamista tiene un nivel de capital común de 13,8% y planea operar con la métrica clave de solidez financiera en torno al 13%.
Combinación de riqueza
UBS también anunció que combinará sus negocios internacionales y de gestión de patrimonios de América. Nombró a Martin Blessing y Tom Naratil como copresidentes de la división combinada, que se conocerá como gestión de patrimonio global.
Eso coloca a dos posibles sucesores de Ermotti en la parte superior de la unidad más importante del banco, responsable de la mayor parte de las ganancias antes de los impuestos. La fusión sigue al nombramiento de Blessing para dirigir la unidad de riqueza internacional, después de que Juerg Zeltner anunciara su partida en diciembre.
Algunos de los negocios clave del banco tuvieron un rendimiento inferior en el cuarto trimestre, incluida la gestión de patrimonio y el banco de inversión. “En general, el beneficio operativo de UBS no cumplió con las expectativas del mercado”, escribió Andreas Brun, analista de Mirabaud, en una nota a los inversores.
El banco registró una pérdida neta de 2.200 millones de francos (1.865 millones de euros) en el trimestre, debido a un cambio en el código impositivo de los Estados Unidos que provocó que asumiera un cargo de 2.900 millones de francos (2.459 millones de euros). Los bancos, incluidos Citigroup, Deutsche Bank y Credit Suisse Group, también revelaron cobros únicos.
