Kaye Wiggins, Stephanie Bodoni y Jeremy Hodges para Bloomberg
Google se prepara para su primera batalla en el Tribunal Superior de Inglaterra sobre el llamado “derecho al olvido”. Dos personas anónimas quieren que el motor de búsqueda elimine enlaces a información sobre sus antecedentes penales. Ambos se describen a sí mismos en sus registros judiciales como hombres de negocios.
Uno fue condenado por conspiración y el otro por interceptar comunicaciones. Pero ambos ya cumplieron su sentencia, aseguró este jueves el juez Matthew Nicklin en una audiencia previa al juicio. “Esta es la primera vez que la corte inglesa va a decidir sobre el tema del derecho a ser olvidado”, apuntó.
El gigante de la tecnología ya se ha visto envuelto en batallas sobre el derecho al olvido en el principal tribunal de la Unión Europea. Ese derecho, creado por el Tribunal Supremo de la UE en un fallo que establece precedentes en mayo de 2014, permite a las personas solicitar que se elimine información sobre ellos de los motores de búsqueda si el contenido está desactualizado o es irrelevante.
“Esta es la primera vez que la corte inglesa va a decidir sobre el tema del derecho a ser olvidado”
El fallo sólo es válido en el bloque de 28 naciones, pero Google ha chocado con los reguladores de privacidad europeos por sus intentos de aplicarlo más allá de los dominios del bloque. “Trabajamos duro para cumplir con el derecho al olvido, pero tenemos mucho cuidado de no eliminar los resultados de búsqueda que son claramente de interés público y defenderemos el derecho del público a acceder a la información legal”, anunció una portavoz de Google.
“No son celebridades”
El juez Nicklin mencionó este jueves que los dos casos no estaban relacionados, pero ambos plantearon los mismos problemas legales. La primera prueba, en la que la persona que impugna a Google para eliminar información se conoce como NT1, comenzará el 27 de febrero y la segunda, en la que el demandante se conoce como NT2, comenzará el 13 de marzo, precisó. Añadió que los demandantes no son “celebridades”.
NT1 ha sido amenazado en lugares públicos por personas que se refieren al contenido al que Google se vincula, “y que buscan extraer dinero de él en consecuencia”, según sus documentos judiciales. Él “ha sido y continúa siendo tratado como un paria en su vida personal, comercial y social y no ha podido formar nuevas amistades o relaciones personales”.
Los documentos de NT2 dicen que algunas instituciones financieras no están dispuestas a tratar con él “en negocios privados o comerciales” después de buscarlo en Google. Los resultados del motor de búsqueda le han atraído una “atención adversa” y por asociación a miembros de su familia cercana.
Los demandantes están siendo representados por el bufete de abogados Carter Ruck, que tiene una reputación duramente ganada por defender agresivamente a los clientes en acciones de privacidad y difamación. Fue una de las firmas que utilizó por primera vez las supresiones extraordinarias, que son órdenes judiciales que impiden la publicación de información confidencial relacionada con una persona o un problema y también la existencia de la orden en sí misma.
Los documentos de la corte de los demandantes dicen que revelar su identidad “vencería el objeto de los reclamos”. Google ha dado la alarma públicamente sobre los riesgos que asegura que están planteados por el llamado derecho a ser olvidado.
Dos casos separados del Tribunal Europeo de Justicia sobre ese derecho “representan un grave ataque contra el derecho del público a acceder a información legal”, señaló en noviembre el abogado general del gigante tecnológico, Kent Walker.