Andrey Biryukov, Ilya Arkhipov y Evgenia Pismennaya para Bloomberg
El gobierno de Rusia está discutiendo una propuesta para activar los grifos fiscales en el mayor gasto doméstico desde que el presidente Vladimir Putin se presentó por última vez a la reelección en 2012, indicaron tres personas con conocimiento del tema.
El Kremlin está considerando un plan que aumentará los desembolsos en transporte y carreteras en un 30% en los próximos tres años y proporcionará un impulso de alrededor del 20% al gasto en atención médica y educación, según una de las fuentes.
Todavía no se han resuelto los detalles de cómo se podrían financiar los aumentos, aunque las reducciones al gasto en áreas como la seguridad, así como los aumentos de impuestos y un mayor déficit, están entre las opciones, de acuerdo a los informantes, que pidieron no ser identificados porque la información no es pública.
El impulso propuesto comenzaría a tener efecto a fines de 2018
El asistente económico de Putin, Andrey Belousov, es quien encabeza la reforma presupuestaria propuesta. Algunas de las movidas fueron delineadas inicialmente por el ex ministro de Finanzas, Alexei Kudrin, según una presentación de su centro de investigación a la que Bloomberg tuvo acceso. El diario comercial Vedomosti informó anteriormente que Rusia puede cambiar los gastos del presupuesto a las necesidades sociales, al mismo tiempo que reduce otros gastos o aumenta la recaudación de impuestos para acomodar el aumento.
El impulso propuesto comenzaría a tener efecto a fines de 2018, y la mayor parte del esfuerzo se centró en 2021-2022. Eso aumentará el gasto en atención médica, educación e infraestructura en un 2,3% del producto interno bruto. En la actualidad, los gastos en los tres ascienden a alrededor del 9% del PIB.
“Callejón sin salida”
“Existe el riesgo de que esto se limite a palabras vacías en apoyo de la necesidad de reformar, pero en realidad se hará poco”, expresó Vladimir Tikhomirov, economista jefe de BCS Financial Group, una correduría de Moscú. “La política económica que se está llevando a cabo actualmente es un callejón sin salida, no produce el efecto del crecimiento económico o un mejor nivel de vida”.
Putin enfrenta poco desafío mientras busca ganar un cuarto período presidencial en las elecciones de marzo. Pero los ingresos se han recuperado lentamente a medida que Rusia sale de la recesión más prolongada desde que asumió el poder hace casi dos décadas.
El gobierno había estado planeando mantener el gasto en salud, educación e infraestructura con pocos cambios en los próximos años, como parte de un esfuerzo para mantener el déficit presupuestario bajo control en medio de los bajos precios del petróleo.
El Banco Mundial advirtió en noviembre que “más recortes en la salud y la educación pueden poner en peligro el crecimiento económico y el bienestar de la población”. En 2016, el gasto de Rusia en salud fue muy inferior al promedio de 7,2% de la Unión Europea. El gobierno también asignó el 3,6% del PIB a la educación, en comparación con el 4,9% para las naciones de la UE.