jueves, 12 diciembre 2024

Mediaset y la trampa de los altos dividendos en Bolsa

El comienzo de año ha traído noticias sobre los jugosos dividendos que deparará el 2018. En el top están firmas como Mediaset, Técnicas Reunidas, Endesa, Ferrovial o Enagas. El reclamo que produce en los inversores los dividendos altos es uno de los trucos más antiguos en los mercados de valores. Pese al reclamo, no siempre es oro todo lo que reluce.

En el caso de Mediaset, la rentabilidad por dividendo –conocido en el argot financiero como yield- es del 6,2%. Se trata de uno de los valores más altos del mercado, solo superado por el 7,2% que ofrece Endesa. El problema es que este tipo de noticias anzuelo que ponen en letra bien grande la rentabilidad, olvidan añadir a su lado otra todavía más importante: el payout.

mediaset Merca2.es
Imagen de Mediaset en Italia, matriz de la firma española.

En los mercados financieros resulta crucial conocer tanto el yield de un dividendo, como el payout. El primero, hace referencia a la rentabilidad que da la compra de acciones de una compañía para un inversor. El segundo, hace alusión a como la empresa paga esos dividendos.

Resulta crucial que exista un balance entre ambos. Es cierto que al inversor se le debe cuidar, y remunerar porque al fin y al cabo es el propietario de la empresa. El problema viene, cuando ese pago se utiliza para mantener la acción en bolsa –unos dividendos altos atraen inversores- pero se sacrifica el futuro de la empresa.

Mediaset tuvo un payout del 103% en 2016, y del 102% en 2017. Tener un payout por encima del 100%, no es solo la salida de todos los beneficios sino también una descapitalización de la empresa

Las limitaciones vienen por distintas vías: Por un lado, reduce la capacidad de reinversión de la empresa en proyectos potenciales. Por otro, al limitar dicha capacidad la hace más dependiente de financiación ajena. Ambas, hacen una fusión mortal que es que la empresa necesite más deuda pero tenga menos capacidad de devolverla. Además, que incrementar el gasto financiero limita los beneficios futuros.

Mediaset con un payout mayor del 100%

Un payout por encima del 60% se considera alto, por encima del 80% -que no alcanzan ni los REIT- es altamente peligroso, pero superar el 100% es una temeridad. Este último, es el caso de Mediaset que en 2016 tuvo un payout del 103%, y en el 2017 del 102%.

Tener un payout por encima del 100% significa, de manera reducida, que no solo salen de la empresa todos los beneficios, sino que además se paga una parte de ellos con capital social. La empresa se descapitaliza.

Esa política, aunque atrae inversores por la alta rentabilidad, en un plazo de años acaba destruyendo la acción al descapitalizar la empresa. Lo cual luego lo paga el inversor –aunque haya cobrado sus dividendos- con una valoración más pequeña de su inversión.

En el caso de Mediaset se puede hacer el siguiente ejercicio: el 4 de enero de 2017, primer día de mercado, un inversor amateur lee que el dividendo de Mediaset será de los más rentables del año. En efecto, la rentabilidad que ofrecía la compañía era del 5,29% una de las más altas. Todas aquellas por encima del 5%, se consideran importantes. Por tanto, el inversor va al mercado y compra un lote de 1.000 acciones por el que paga 10.700 euros.

En mayo de 2017, el inversor ve como aquella noticia que le empujo a comprar acciones de Mediaset tiene su recompensa. En primer lugar, la firma le ingresa en su cuenta 430 euros en efectivo. El pago de 0,43 euros por acción corresponde al abono del dividendo con cargo a los resultados de 2016.

La satisfacción del inversor no queda ahí, sino que además ese mismo día descubre que no son 430 euros, sino que son 514 euros. Mediaset además del dividendo ordinario, ha decidido otorgar un dividendo extraordinario –que no estaba previsto- por lo bien que va su negocio. Este dividendo asciende a 0,084 euros por acción.

En definitiva, que el dividendo que recibe el inversor de Mediaset –ordinario más extraordinario- es de 0,514 euros por las 1.000 acciones que compró el 4 de enero, en total 514 euros.

Sus 1.000 acciones de Mediaset han pasado de valer 10.700 euros, a 8.600. Aunque contando los dividendos ya pagados, 514 euros, la pérdida neta es de 1.586 euros

La jugada ese mismo día que se ha cobrado parece acertada y maestra. Todo cambia, cuando el inversor tras leer varias noticias sobre la caída en la cotización de Mediaset consulta la cotización. Su cara torna rápido al blanco al ver la acción en los 8,6 euros. Sus 1.000 acciones han pasado de valer 10.700 euros, a 8.600. Aunque contando los dividendos ya pagados, 514 euros, la pérdida neta es de 1.586 euros.

El inversor, más preocupado por su saldo, está pendiente de la evolución de la acción que termina el año en los 9,41 euros por acción. Algo aliviado, tras mes y medio de angustias, cierra su cuenta anual con una pérdida ‘solo’ de 786 euros. La pregunta es: ¿Cómo reaccionará el mismo inversor al ver la misma noticia un año después sobre la fantástica rentabilidad del pago de dividendos de Mediaset?

A pesar del reclamo de los dividendos. A pesar de que existan voces que consideran que es lo más justo de cara al accionista, los dividendos –grandes y pequeños- se están eliminando. Los gigantes como Apple, Microsoft o Amazon que han generado más para valor para sus accionistas que casi ninguna empresa, no reparten dividendos.


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