El Plan Anual de Contrataciones del Ministerio de Defensa (PACDEF) es la guía que desmenuza los 15.000 millones de euros del presupuesto del departamento de Dolores de Cospedal para cada año. En el de 2017 se refleja tanto la política de gastos que orienta el entonces nuevo equipo de la secretaria general del PP, como las necesidades, a veces detalladas a niveles casi doméstico. Y, entre estos gastos, el porcentaje que por ley deben gastar los Presupuestos públicos para asuntos sociales de sus funcionarios. Llama la atención el medio millón de euros largos que se han gastado en alquiler de apartamentos para el personal de la Armada y el Ejército del Aire.
Al igual que el Ejército de Tierra –como ya informó Merca2–, la Armada y el Ejército del Aire han desembolsado una importante cantidad para el relax de su tropa, tal como se recoge en el PACDEF de 2017. Mientras la Armada ha contratado apartamentos de verano por 203.000 euros, el Ejército del Aire ha sido más generoso con su tropa y ha desembolsado en 2017 379.000 euros en apartamentos de verano. La partida del Ejército de Tierra –el más numeroso– es de 530.000 euros. Esto supone que Defensa gasta en apartamentos para sus militares más de 1,1 millones de euros anuales.
Los destinos donde se alquilan estos apartamentos están repartidos por algunas de las localidades más señeras del turismo de costa de España. Puerto de Santamaría (Cádiz), San Vicente de la Barquera (Cantabria)., Bueu (Pontevedra), Sanxenxo y Portonovo, también en Pontevedra, Oropesa de Mar (Castellón), Gandía (Valencia), Chiclana (Cádiz) o vera (Almería), entre otros.
Las entidades que contratan estos apartamentos son La Dirección de Asistencia al Personal (DIAPER) en el Ejército de Tierra, el Intendente de Madrid en el de la Armada y la Sección Económico Administrativa (SEA) del Cuartel General del Ejército del Aire.
La vertiente social es una tradición en la Fuerzas Armadas. Dentro del mismo PACDEF aparece la partida de la Dirección de Personal de Tierra (DIAPER) para la gestión de las piscinas del departamento, de dos millones de euros. Del mismo modo, además de clubes recreativos, el Ministerio de Defensa cuenta con siete residencias militares repartidas por toda la geografía nacional, para descanso de miembros de las Fuerzas Armadas y sus familiares.
Las normas de uso de este tipo de ventajas sociales en la Fuerzas Armadas indican que tiene prioridad el personal que regresa o descansa de misiones en el exterior del país.
El PACDEF es un documento que autoriza el secretario de Estado de Defensa, Agustín Conde, elaborado por las diferentes fuentes del Ministerio de Defensa y visada por los cuarteles generales, el Estado Mayor de la Defensa y el órgano central del ministerio. El visado final antes de la firma de Conde es de la Dirección General de Asuntos Económicos de Defensa.
La partida que marcan los Presupuestos Generales del Estado es solo una parte de lo que realmente supone el gasto en Defensa de España. Por ejemplo, las acciones en el exterior (misiones internacionales) se suelen cubrir con el fondo de contingencia del Estado. Suponen, según los años, unos 1.000 millones de euros extras. Hay años de complejidad en las misiones –como las operaciones en Afganistán, sobre todo la de repliegue– que aumentan esta partida. Además, en ocasiones las unidades reciben aportaciones extras derivadas de estas operaciones. Hecha la excepción, llegan los vicios del sistema. Muchas unidades utilizan los fondos extras o de contingencia de cara a operaciones para el mantenimiento de sistemas que el Presupuesto General ha dejado orillados por falta de urgencia.
Lo que queda claro en estas licitaciones y gastos en vacaciones del personal militar es la preferencia por las vacaciones de mar, más que de sol, y playa. Por eso, cuando en los serios papeles y hojas excel de Defensa aparece Oropesa, no cabe duda de que no se habla de Oropesa del Mar. Se ve que el turismo interior está contraindicado como descanso del guerrero.