Kyle Stock para Bloomberg
Jeffrey Jablansky es el modelo mismo de un pionero de los vehículos eléctricos. Optó por un Chevrolet Bolt a principios del año pasado, eligiendo un vehículo muy por delante de todos los demás por su métrica preferida: el rango eléctrico por dólar. Pero nunca consideró comprar el coche; en cambio, él paga 220 dólares (182,88 euros) por mes para alquilarlo.
“Simplemente creo que en tres años estaré encantado de ver qué más hay disponible”, comentó Jablansky, que escribe sobre coches como periodista independiente. “Y vamos a reírnos un día de que antes solíamos enchufar los coches durante ocho horas”.
El problema no es sólo que casi nadie posee coches eléctricos en este momento. Sólo 1% del mercado global se ha vuelvo eléctrico y el número es incluso más bajo en los Estados Unidos. En este punto, años después de que el primer Chevrolet Volt y el Nissan Leaf se desconectaran de las líneas de ensamblaje, el mercado de coches eléctricos en EEUU está dominado por los arrendamientos
Actualmente, los conductores estadounidenses alquilan casi el 80% de los coches eléctricos con batería y el 55% de los híbridos enchufables, según Bloomberg New Energy Finance (BNEF). La tasa de arrendamiento para toda la flota de ese país ronda el 30%.
La preferencia desequilibrada de los consumidores por los contratos de arrendamiento se debe a la escasa demanda de coches a batería en el mercado de segunda mano. En parte, esto es una consecuencia de las políticas públicas destinadas a estimular la adopción de vehículos eléctricos.
La alta tasa de arrendamiento también se ve impulsada por la apuesta que Jablansky y otros como él están haciendo para que los próximos modelos superen con creces el valor y las capacidades actuales.
“Cuando sale una nueva tecnología tan rápido y la estás mejorando constantemente, típicamente la gente solo quiere arrendarla”, comentó Steve Center, vicepresidente de American Honda Motor, en una entrevista realizada en 2017 en el New York Auto Show.
De hecho, la versión de celda de combustible de hidrógeno del Honda Clarity no está disponible para su compra; sólo puede ser alquilado. “Piensa en tu teléfono celular”, añadió Center. Quizás los coches eléctricos realmente llegarán cuando ya no se los compare con los teléfonos inteligentes, que se vuelven obsoletos después de tres años.
La apuesta por las mejoras rápidas tiene sentido. Según BNEF, en los últimos cinco años, los precios de la batería han caído en un promedio anual de 20%, a medida que las fábricas aumentan y los ingenieros perfeccionan el empaque de las celdas. “Si nos fijamos en lo que puede suceder a lo largo de la vida de un arrendamiento, realmente estamos hablando de duplicar el alcance de estos vehículos”, indicó el analista de Edmunds, Jeremy Acevedo.
Sólo 1% del mercado global se ha vuelvo eléctrico
No es sorprendente que un coche enchufable anticuado sea un paria. Los coches eléctricos compactos que se vendieron en 2014 ahora valen sólo el 23% de su precio original, en comparación con el 41% de los vehículos de combustión, según Black Book, una firma de análisis automático. Un Nissan Leaf obsoleto tiene tanto valor como una multipropiedad en Florida.
Parte del problema es que nadie, incluidos los ingenieros automotrices, realmente sabe cuán bien envejecerá la primera oleada de estos coches. “El comprador de un coche eléctrico usado hoy tan pionero como el comprador de uno nuevo en 2011”, apuntó Nicholas Albanese, analista de BNEF.
Incluso eso, sin embargo, no explica la profundidad del bajo costo que tienen los coches eléctricos usados. Tim Fleming, un analista de Kelley Blue Book, ve indicios de que los compradores que están interesados en un coche eléctrico también le dan valor a la conducción de los vehículos más actualizados.
“Digámoslo de esta manera: usted no compra un coche eléctrico para ahorrar dinero”, expresó. Aunque puede hacer eso con un modelo usado, particularmente en este momento. Considere un Nissan Leaf de 2015, con 8.851 kilómetros en él, a 11.995 dólares (99.719 euros).
Se vendió por menos de un tercio de su precio original y su batería está en garantía hasta 2023. Para obtener una perspectiva, esto es lo que el conductor de los Estados Unidos gasta en un coche estadounidense promedio, tan sólo en gasolina, durante un período de ocho años.
Hay argumentos fuertes para hacerse con un coche eléctrico de segunda mano. Por un lado, el enchufe usado debería ser mucho más confiable que un coche alimentado por gas porque los enchufes tienen menos partes móviles y no se alimentan de pequeñas explosiones.
“Usted no compra un coche eléctrico para ahorrar dinero”
Los precios al consumidor de la electricidad son mucho más estables que los de la gasolina, e incluso los modelos más antiguos pueden mejorar su eficiencia mediante actualizaciones remotas de software.
Las compañías automotrices no están demasiado preocupadas por cultivar un mercado secundario para los coches eléctricos, particularmente cuando el mercado para los nuevos modelos sigue siendo tan deslucido.
Las ventas de nuevos modelos son todo lo que importa cuando se trata de cumplir los mandatos de eficiencia de toda la flota. Esa es una de las razones por las que la mayoría de los fabricantes de coches no están a la altura del costo de reemplazar una batería. “Este es un problema secundario para ellos”, aseguró Acevedo.
Los primeros Chevy Bolts saldrán de arrendamiento en 2020. Serán aproximadamente 12.000 de ellos, y los analistas esperan que aún sean capaces de recorrer unos 321 kilómetros con carga.
El mercado también comenzará a ser sembrado por una avalancha de nuevos modelos: el Tesla Model 3 estará en el camino en grandes cantidades para entonces, al igual que el Volkswagen e-Golf y Hyundai Ioniq.
Durante los últimos meses, Jablansky ha llegado a amar a su Bolt arrendado, apartado algunas quejas sobre los delgados y sonoros asientos. Cuando su contrato de arrendamiento finalice, incluso podría considerar comprarlo directamente. Pero sólo si General Motors no ha hecho algo mucho mejor para entonces.