Rodrigo Orihuela, Esteban Duarte y Thomas Gualtieri para Bloomberg
El depuesto presidente de la Generalidad de Cataluña, Carles Puigdemont, exigió que el Gobierno español reconozca su victoria en las elecciones regionales del jueves y abandone su orden de arresto, para permitirle terminar un exilio autoimpuesto en Bélgica y regresar al poder.
“Volveré a prestar juramento si se ofrecen las garantías correctas”, aseguró Puigdemont en una conferencia de prensa en Bruselas. Indicó que está dispuesto a reunirse en Madrid con el presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, una vez que se den las garantías y los resultados sean aceptados.
La sorprendente fuerza de los candidatos separatistas ha asestado un golpe a la estrategia anti independentista de Rajoy. Tres grupos separatistas catalanes obtuvieron 70 escaños en la asamblea regional de 135 miembros, lo que les permite restaurar la mayoría que perdieron en octubre.
“Volveré a prestar juramento si se ofrecen las garantías correctas”
El diferencial de rendimiento de los bonos españoles a 10 años, con respecto a los valores alemanes comparables, se modificó muy poco en 1,06% al mediodía de este viernes en Londres, tras haber saltado a un máximo de 1,12% desde un mínimo de cuatro meses el día anterior.
Puigdemont también exigió que Rajoy retire todos los refuerzos policiales que han sido enviados a Cataluña desde septiembre y que no tome nuevas decisiones para su gobierno regional. En octubre, Rajoy utilizó el artículo 155 de la constitución para expulsar a la administración rebelde, antes de que pudiera poner en vigencia la declaración de independencia en Cataluña.
El Partido Popular de Rajoy sufrió un duro golpe al perder ocho de sus 11 legisladores, debido a que los votantes que se oponen a la secesión se cambiaron a Ciudadanos, una facción política que ha estado exigiendo medidas más duras contra el empuje separatista.
Tras la declaración ilegal de independencia, Puigdemont huyó a Bruselas con un pequeño grupo de asistentes para evitar el encarcelamiento. Su vicepresidente, Oriol Junqueras, y otros líderes secesionistas han sido encarcelados mientras el Tribunal Supremo investiga el proceso que condujo a la declaración de independencia. A pesar de esto, Junqueras y otros prisioneros participaron en las elecciones del jueves y también fueron elegidos.
Rajoy se encontró con aliados la mañana de este viernes para planear sus próximos movimientos. Después de su reunión de gabinete en Madrid, planeó reunirse con el liderazgo del Partido Popular para tratar -principalmente- la resurgente campaña de independencia catalana.
El resultado, que los separatistas lograron con sólo 47,5% de los votos, no brinda una independencia real más cercana de lo que era a fines de octubre, cuando Puigdemont cruzó la frontera para escapar de una investigación judicial española que resultó en un mecanismo para encarcelar a sus aliados. Sin embargo, sí expone las fallas en la estrategia de Rajoy y las divisiones en la sociedad catalana, poniendo a prueba una vez más el apoyo internacional.
“Este es el momento, tanto para los separatistas como para el Gobierno español, de comenzar las conversaciones nuevamente”, expresó Elmar Brok, un legislador alemán en el Parlamento Europeo y aliado de la canciller alemana, Angela Merkel, en una entrevista en la radio Deutschlandfunk. “Este no es un mandato amplio para la independencia de Cataluña y es por eso que ahora se debe hacer un esfuerzo serio para encontrar una solución que sea justa para todos”.