domingo, 15 diciembre 2024

Orange, obsesionada con la rentabilidad tiene un plan: su propia fibra

La premisa de cualquier compañía es obtener la mayor rentabilidad posible. Es decir, abaratar costes y vender mucho. Todo ello con la mejora del servicio. La ecuación no es sencilla. En el caso de Orange, por ejemplo, gran parte del pastel se lo juega con el despliegue de su propia fibra.

Para ello ha pisado el acelerador. La filial francesa no quiere verse atrapada en contratos mayoristas de banda ancha como sucedió con el ADSL. El objetivo es claro: depender de Telefónica lo menos posible. Así, además de desplegar su propia red de fibra, pregona a los cuatro vientos que lo hacen ellos mismo y sin dependencia de terceros.

Ese fue el modo de comunicarlo la semana pasada tras su Investor Day. Sobre todo buscó que varios mensajes calaran en el mercado de forma inmediata. Por un lado el volumen. Y es que Orange acelera su despliegue de fibra y amplía hasta un total de 2.000 millones de euros su inversión total en España, lo que le permitirá  llegar con esta tecnología en 16 millones de hogares en 2020.

Es importante este mensaje porque Vodafone y Telefónica, con acuerdos y dinero, ahora mismo están en los 19,5 millones y 18 millones de hogares pasados por fibra, respectivamente. Por lo tanto, Orange no puede quedarse atrás en esta carrera y debe aclarar que ellos están en posición para competir en toda la geografía nacional. Aunque para los naranjas hay otra cosa más importante.

Orange y la importancia de su red

La fibra permite aumentar, según explica Orange, su rentabilidad. Se debe al menor coste de despliegue de la fibra en España respecto a otros países del continente, así como al importante ahorro de costes que supone para la compañía tener a los clientes en su propia red frente a utilizar las de terceros operadores, “tal y como ocurría en el pasado con los servicios de ADSL”, matiza la compañía.

Tras el Investor Day, la compañía dirigida por Laurent Paillassot en nuestro país, asegura que el 50% del total de los clientes de banda ancha de la compañía en España cuenta  con tecnología de fibra. Por este motivo, aclaran, la ampliación del objetivo de despliegue hasta 16 millones de hogares permitirá aumentar el porcentaje de penetración de la fibra en la base de clientes y seguir impulsando el Ebitda de la compañía (+15,4% en primer semestre de 2017).

La traducción de todo esto es sencilla, pese a la locura de que en España se esté desplegando más fibra que hogares hay, Orange considera que prefiere gastarse ese dinero, 2.000 millones estima, que pagárselo a un tercero y depender de su red. Además, también puede utilizar su red para, precisamente, alquilársela a otros -caso de MásMóvil- o los operadores regionales que necesitan infraestructura.

De camino, recado para Vodafone

“Este nuevo anuncio demuestra el fuerte compromiso de Orange con el despliegue FTTH en España, ya que esta tecnología es la que realmente marca la diferencia en la experiencia del cliente de súper banda ancha, al permitir una mayor velocidad de transmisión y notable mejora de la latencia, simetría y unos costes operativos más reducidos que otras tecnologías, como el cable (HFC). Por otra parte, la fibra es la tecnología más adecuada para satisfacer la ascendente y cambiante demanda de los clientes, cada vez más centrada en el consumo de contenidos audiovisuales”.

¿Cómo contrarrestar el despliegue de una empresa que te saca 3 millones de hogares pasados por fibra? Simple, diciendo que la tuya es mejor. Con esta afirmación, Orange tira un dardo envenenado a Vodafone, que usa la red HFC, heredada de la compra de Ono.

Por lo tanto, el operador naranja tiene la base de su argumento: fibra propia -con menos costes-, y de mayor calidad. Aunque la verdadera pelea en el sector se librará en los próximos meses cuando todos tendrán una huella de cobertura nacional del 80% y haya que ponerse a vender.


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