Para destrabar el Brexit, Gran Bretaña apuesta a mantener las reglas de la UE

Tim Ross y Emma Ross-Thomas para Bloomberg

El Reino Unido intenta rescatar las conversaciones sobre el Brexit, después del vergonzoso colapso de esta semana. Ahora apunta a un cambio de táctica que significaría mantenerse cerca de las reglas de la Unión Europea, incluso tras su salida del bloque.

Las negociaciones terminaron abruptamente el lunes, sin el trato que se había discutido, debido a una intervención del mayor partido de Irlanda del Norte, en relación con el tema fronterizo. Por culpa de este colapso, ahora la primera ministra británica, Theresa May, tendrá que elegir entre cambiar su política sobre el Brexit o arriesgarse a abandonar el bloque sin un acuerdo previo.

El secretario británico para el Brexit, David Davis, indicó en el Parlamento del Reino Unido que su intención era mantener al país lo más cerca posible de las regulaciones económicas europeas, incluyendo los servicios financieros clave. La Unión Europea no reaccionó de inmediato a la propuesta.

“Es un simple placebo hasta el inicio de las negociaciones comerciales”

“Es un simple placebo hasta el inicio de las negociaciones comerciales”, opinó Mujtaba Rahman, analista de Eurasia Group. “En teoría, entre las opciones podría estar la inclusión de una unión aduanera si Gran Bretaña y la UE llegan a un acuerdo comercial ambicioso y deciden mantener el status quo, lo cual es extremadamente improbable”, añadió.

Problema fronterizo

La propuesta de Davis podría, al menos, despejar el enigma sobre cómo evitar una frontera estricta una vez que Irlanda del Norte abandone el bloque junto al resto del Reino Unido. Para Gran Bretaña es necesario llegar a un acuerdo en este respecto. Sólo así la UE le permitirá avanzar hacia la discusión de la relación comercial futura.

Sin embargo, el lunes -después de un dramático desacuerdo en el campo británico- las conversaciones sobre el Brexit se disolvieron. El Reino Unido propuso reglas excepcionales para la frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, que el partido Unionista Democrático consideró inaceptables.

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Ahora May lucha por volver a ganarse la simpatía del partido irlandés, con el fin de viajar este miércoles a Bruselas para presionar por un acuerdo. Como si esto fuera poco, la Primera Ministra también enfrenta la amenaza de una crisis constitucional, después de que el líder de Escocia dijo que su nación debería permanecer en la unión aduanera.

“Líneas rojas”

Una fuente familiarizada con el lado europeo comentó, bajo condición de anonimato, que al bloque le preocupa que el Reino Unido vuelva a tener aspiraciones poco realistas. Agregó que la UE quiere un compromiso para Irlanda del Norte en este momento y no pretende mezclar el conflicto fronterizo con el acuerdo comercial futuro.

Davis dejó claro que su propuesta no significa permanecer en el mercado único, como le gustaría a muchas empresas, y no implicaría un rol para el Tribunal de Justicia Europeo, lo cual es un tabú para muchos partidarios del Brexit.

Al bloque le preocupa que el Reino Unido vuelva a tener aspiraciones poco realistas

“La alineación regulatoria no es armonización, se trata de garantizar resultados similares en áreas donde queremos tener comercio”, explicó Davis a los legisladores en Londres este martes. “Si obtenemos nuestra área de libre comercio, lo que acordamos para Irlanda del Norte se aplicará a todo el país”.

Aún queda por ver cómo reaccionarán a la propuesta los partidarios del Brexit que conforman el Gobierno de May, como el Secretario de Relaciones Exteriores, Boris Johnson. Según el portavoz de la mandataria, Davis habló en nombre de todo el Gabinete.

El político británico pro Brexit, Jacob Rees-Mogg, señaló a Davis que mantener unida a Gran Bretaña y apartarse de las reglas de la UE deberían ser “líneas rojas indelebles”. Davis respondió: “la línea roja para mí consiste en conseguir el mejor Brexit para el Reino Unido, y eso es lo que vamos a hacer”.