viernes, 13 diciembre 2024

Si ahora las discotecas son Instagram, los likes son los chupitos

Si nuestros abuelos supiesen como se conoce la gente de ahora se llevaría las manos a la cabeza. Lo primero que pensarían es que se ha perdido ese afán por la juerga nocturna y los flechazos bajo las luces de colores. Y tienen razón. Instagram ha cambiado por completo la forma que tienen las personas de relacionarse. La red social se ha convertido en esa discoteca o bar en el que veías la persona que te gustaba, te acercabas e intentabas ligar con ella. El mundo ha cambiado. La pista de baile se ha convertido en un teclado y los chupitos en likes. Una forma de ligar más práctica –pero pobre en sentimiento- a la que se ha lanzado también el mundo del famoseo.

Las discotecas de hoy son un casting de fotos en Instagram. Cada vez más, los jóvenes utilizan la pantalla del móvil para mantener un primer contacto con esa persona que tanto les llama la atención. No cabe duda que es un método mucho más fácil que tragarse la vergüenza e ir a hablarle porque si te rechaza nadie lo ve. Siguen un modus operandi: ven sus fotos, la agregan y empiezan a tontear con él o ella. Pero, ¿es fiable esta forma de ligar?

Un físico trucado

La inmensa mayoría de los usuarios de Instagram publican las fotos en las que mejor salen. No conformes con ello las retoca para salir más impresionante todavía. Las redes sociales muestran un mundo que nada o poco tiene que ver con la realidad. Retocan esos pequeños complejos o ponen su mejor perfil para disimularlos. Una práctica a la que recurren personas anónimas y conocidas. Hace unas semanas, la influencer María Pombo contó a sus seguidores por qué nunca sale de frente en las fotos o vídeos que sube. Y es que la joven madrileña tenía –hasta que se operó hace unas semanas- la nariz torcida a causa de varias fracturas que sufrió de pequeña.

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La bloguera María Pombo

Pero no es la única. Su compañera de profesión, Rocío Osorno, también contó a sus seguidores por qué siempre sale de puntillas en las fotos. No es por una cuestión de estatura (mide 1,74 cm), sino para parecer más esbelta.

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Respuesta de Rocío Osorno en Instagram

Así como lo hacen ellas lo hacen el resto de personas que tienen una cuenta de Instagram. La diferencia es que estas jóvenes no tienen reparos en confesarlo, al contrario que posiblemente muchas de sus seguidoras. Y es que la mayoría de las veces, la imagen que la gente muestra a los demás nada tiene que ver con la realidad. La princesa Fiona es –en realidad- la mujer de Shrek.

Intagram Merca2.es
Princesa Fiona en Instagram y en realidad

Así es que se pasan horas para salir bien en una foto y luego otras tantas para retocarla. El resultado final nada tiene que ver con la –triste- realidad.

La primera y última cita

Así no es de extrañar que algunos usuarios reciban comentarios como “eres preciosa” o “guapoooo”. Sin quererlo te has encaprichado de una persona. Después de múltiples intentos quedas con él o ella.  Concertáis una cita. Llegas al lugar acordado nervioso porque vas a conocer a esa persona que tanto te gusta. Te sientas y aguardas el momento hasta que una persona te pregunta ¿Eres José Carlos? La ves con cara de susto y te dice: “hola, soy María”. Justo en ese momento se te cae un mundo porque la persona de las fotos no se parece en nada a la que tienes delante.

Intagram ha terminado con la conocida frase “la cámara saca lo que se le pone delante”. No, cualquier persona con los mínimos conocimientos de photoshop o cómo utilizar los filtros sabe como sacarse partido en las redes sociales.

Instagram y el flirteo de entrecot

Pero la aplicación no solo nos deja momentos de frustración. También de pobreza sentimental. Es un catálogo de fotografías que –en ocasiones- juega malas pasadas. O sino que se lo pregunten a la también influencer Mariluz Carbonell. La joven subió hace unos días a Instagram Stories una captura de una persona que la acosaba continuamente con mensajes obscenos. En ellos se leían cosas como si quería que le sacase fotos o si quería mantener un encuentro con él (en tono caliente). Una situación incómoda que ha llevado a la joven a denunciarlo y pedir a la aplicación que lo bloquease.

Ese catálogo de entrecot que es Instagram también lleva el flirteo a simples aspectos físicos. No hay que negar que lo primero que te llama la atención de una persona es su aspecto, pero la red social lo maquilla todo. Hasta la forma de ser de una persona. Esa posible actitud –siempre alegre, risueña y cariñosa- no siempre se relaciona con la verdad. Detrás hay –en algunas ocasiones- tristeza, inconformidad y hasta maldad.

Actrices y modelos han sido acosadas por parte de sus seguidores

Pero no es la única persona conocida que ha reconocido sufrir algún tipo de acoso a través de Instagram. La actriz Rocío Toscano (Roxana en Verdades Ocultas) denunció que un seguidor la acosaba hacía un tiempo atrás. Ese usuario enviaba mensajes obscenos a la actriz y le pedía fotos sugerentes, como una de su culo. También la modelo Emily Sears, aunque esta se vengó de una forma muy acertada. Se cansó de que sus seguidores la acosasen y le enviasen mensajes fuera de tono. En una entrevista, la modelo reconoció que cada día recibe entre una o dos fotos de penes. Sears, para vengarse, decidió recopilar todos esos mensajes, investigar si el seguidor tenía novia y –si la tenía- se los enviaba.

Al famoseo le ha salido bien

Que sea un flirteo pobre y que las personas engañen con su imagen no es sinónimo de fracaso. Y hay ejemplos de ellos. Dos futbolistas de la selección española conocieron a sus respectivas parejas de esta forma. Se trata de Isco Alarcón y Álvaro Morata.

Según ha reconocido el círculo del futbolista del Real Madrid, tuvo su primer contacto con la actriz Sara Salamo –su actual pareja sentimental- a través de Instagram. Él le escribió a ella y empezaron a verse al poco tiempo.

Un método que llevó a cabo su ex compañero –Álvaro Morata– hace unos años. El jugador del Chelsea reconoció en una entrevista que su relación con la modelo Alice Campello empezó así. Cuando el ex canterano del Real Madrid jugaba en la Juventus de Turín miró la cuenta de esa guapísima joven que le llamó la atención.

Álvaro Morata y Alice Campello Merca2.es
Álvaro Morata y su mujer, Alice Campello // Instagram

Álvaro Morata era uno del medio millón de seguidores que la modelo e influencer italiana tenía en su cuenta de Instagram. En cada foto que Alice subía había un like del delantero español que ella ignoraba. No hizo caso, era un seguidor más, hasta que un día se lanzó y le escribió.

En una entrevista al semanario Chi la modelo explicó que cuando el futbolista le escribió no sabía ni quien era. Le preguntó a su padre si lo conocía. Este le dijo quién era y le pidió que se mantuviese alejado de él y de cualquier futbolista que se cruzase en su camino. Sin embargo, Alice ignoró esas palabras y no sólo le respondió, sino que a los pocos días quedó con él en Milán.

A partir de ahí, la relación fue viento en popa y a la velocidad de la luz porque al cabo de dos años se casaron.

En matrimonio también ha acabado la otra excepción que confirma la regla. La actriz estadounidense Mandi Moore (protagonista de la película Un paseo para recordar) conoció a su prometido a través de Instagram.

Al final, Instagram está cambiando la forma de relacionarse y de ligar. Es un método más fácil porque puedes hablar con cualquier persona en cualquier momento. Sin embargo, está haciendo que se pierda todo el salseo y el cosquilleo de la primera conversación y los primeros encuentros. Además de jugar con los demás. En muchas ocasiones las fotos están trucadas y ese chico o chica tan guapo que sigues deja mucho que desear en persona.


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