Thomas Penny y Andrew Atkinson para Bloomberg
El problemático Gobierno de la primera ministra británica, Theresa May, se resignó a un panorama económico en deterioro, al comprometer 3.000 millones de libras para preparar el Brexit e intentar hacer que los precios de las viviendas sean más accesibles para los jóvenes.
Al informar este miércoles su presupuesto anual, el canciller de Hacienda, Philip Hammond, reconoció las estimaciones oficiales que mostraban que el Brexit ya causaba un costo económico. La Oficina de Responsabilidad Presupuestaria pronosticó que el crecimiento será inferior al 2% cada año hasta el 2021. También redujo a la mitad su previsión de ganancias de productividad para los próximos cinco años.
Impulsado por estas proyecciones y por su inclinación a la prudencia fiscal, Hammond quería conseguir el apoyo de los legisladores conservadores para intentar salvaguardar la economí y sus futuros políticos, mientras se avecina la salida definitiva de la Unión Europea.
Hammond abolió el impuesto a la adquisición de viviendas para los primeros compradores de propiedades de hasta 300.000 libras, entregó 7.500 millones de libras extras al servicio de salud y suavizó el acceso a los beneficios sociales. Cada medida representó un intento por cerrar filas ante el ataque del opositor partido Laborista, que aún sonreía por la victoria electoral de junio, que le costó a May la mayoría parlamentaria.
Sin embargo, la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR, por sus siglas en inglés) del Reino Unido se apresuró a señalar las fallas en el anuncio. Aunque la política de viviendas se vende como una medida popular para ayudar los aspirantes a propietarios, incrementará los precios de los inmuebles en 0,03# y “los principales ganadores serán las personas que ya poseen una casa”.
A pesar de que construyó un plan de contingencia “para asegurar que el país estuviera preparado para enfrentar cualquier resultado posible», el Bexit también le hizo daño a los cálculos de Hammon.
La OBR estima el crecimiento de este año en 1,4%, comparado con el 1,6% previsto en marzo y el 2,2% pronosticado en el 2016, antes del referéndum. El descenso no está alineado con las fortalezas económicas de otros lugares del mundo, por lo que el Reino Unido necesitará pedir 29.000 millones de libras adicionales para 2022.
Tomando en cuenta los cambios técnicos, el aumento de los préstamos asciende a 53.000 millones de libras. Todo esto significa que Hammond aún podrá cumplir sus reglas fiscales, pero sólo con 15.000 millones de libras de sobra, en lugar de los 26.000 millones de libras que había previsto en marzo.
A pesar de la nueva realidad económica, Hammond buscó adoptar un tono optimista después de un mes en el que el Gobierno de May se vio sacudido por renuncias, rebeliones y el lento progreso en las negociaciones sobre el Brexit.
Lo que dicen los economistas…
Según Jamie Murray y Dan Hanson, de Bloomberg Economics, “las decisiones de hoy actuarán como un modesto impulso al crecimiento en 2019 y 2020 y un como un lastre para el año siguiente”.
“El paquete de políticas es lo suficientemente pequeño como para escapar del aviso del Banco de Inglaterra. Pero, como siempre, depende mucho del Brexit. Si las conversaciones se estancan, el Canciller tendrá que eliminar sus reglas fiscales y pedir más dinero prestado. Si avanzan, habría espacio para solicitar otros préstamos, justo antes de las elecciones”.
Los primeros comentarios de los legisladores conservadores indican que Hamoond se desempeñó lo suficientemente bien como para asegurar su propio futuro, a pesar de los informes de que May planea despedirlo y de las críticas de los políticos pro Brexit, que consideran sus medidas como demasiado sombrías.
El líder del opositor del partido Laborista, Jeremy Corbyn, le recordó a los parlamentarios que el Gobierno había dicho una vez que el déficit presupuestario sería erradicado para el 2015, una década antes de lo que ahora se pretende. “Es un récord de fracaso con un pronóstico más por venir”, aseveró. “Pago abrumadores, crecimiento lento y aumento de la pobreza. Esto es lo que el Canciller tiene las agallas de llamar una economía fuerte”.
Crisis habitacional
Bajo la presión de los votantes jóvenes, que se sienten cada vez más alienados de la economía, Hammond indicó que habrá apoyo para programas para construir viviendas asequibles y forzar el uso de las tierras abandonadas. Las autoridades locales también tendrán el poder de duplicar los impuestos sobre las propiedades que quedaron vacías.
“Pago abrumadores, crecimiento lento y aumento de la pobreza. Esto es lo que el Canciller tiene las agallas de llamar una economía fuerte”
El canciller también congeló los impuestos sobre el combustible y el alcohol. Además, al facilitar el acceso al buque insignia del programa de Crédito Universal, se inclinó ante las quejas de los legisladores de que los pobres tenían que esperar demasiado para obtener ayuda. También ofreció alivio a las pequeñas empresas.
Los umbrales para pagar el impuesto a las ganancias se elevarán a 11.850 libras por la tasa básica del 20% y a 46.350 libras por la del 40%. Aceleró además una reforma a los impuestos a la propiedad para las empresas, que, según dijo, les ahorrará 2.300 millones de libras en cinco años.
El paquete de medidas de Hammond obtuvo una cautelosa bienvenida por parte de Nicky Morgan, el ex ministro del gabinete conservador que ahora encabeza el Comité del Tesoro del Parlamento y es uno de los críticos más persistentes de la política Brexit de May.
“El Brexit se cierne sobre este lugar y sobre el Reino Unido como una nube”, dijo a la Cámara de los Comunes. “Entonces, era importante que el presupuesto de hoy muestre la determinación del Gobierno por hacer algo más que anunciar nuestra salida del bloque”.