Venezuela está oficialmente en default… Pero a nadie le importa

Brendan Walsh para Bloomberg

Venezuela y su compañía estatal de petróleo, Pdvsa, están oficialmente en default. Sin embargo, a los tenedores de bonos no les importa.

Para la mayoría de ellos, las declaraciones del S&P Global Ratings y de Fitch Ratings sólo confirman lo que ya sabían: que Pdvsa y el Gobierno se retrasaron en el pago de la deuda, en medio de una crisis de efectivo sin precedentes y dificultades para obtener dinero a través de la cadena de intermediarios.

Pero lo que en verdad les importa es que los funcionarios del Gobierno aún insistan que cumplirán sus obligaciones. Y, de hecho, todo parece indicar que hacen los esfuerzos suficientes para que esto ocurra.

Por lo tanto, aunque el incumplimiento hace posible que un grupo de acreedores agraviados se agrupe y exija el reembolso inmediato de sus bonos, lo que se conoce como aceleración, hay pocos incentivos para que lo hagan.

Venezuela no tiene el dinero para pagar su deuda vencida

Venezuela no tiene el dinero para pagar todo el capital de una sola vez. Además, la aceleración sólo llevaría a los acreedores a reestructurar las conversaciones con el Gobierno o a demandas internacionales.

Ambas opciones prometen ser desordenadas y prolongadas. A pesar de que el Gobierno ha mostrado su disposición a pagar, también ha dicho que quiere renegociar la deuda. La mayoría de los tenedores de bonos piensan que es mejor ser pacientes y esperar por los pagos retrasados.

“Si los tenedores de bonos esperan pagos de cupones, entonces pueden abstenerse de la aceleración”, escribió este martes en una nota el jefe de estrategia de renta fija de América Latina en Nomura.

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Los inversores en mercado de swaps de incumplimiento crediticio tienen diferentes incentivos. Aquellos que compraron un seguro contra un incumplimiento de pago por parte de Petróleos de Venezuela esperan ansiosamente una resolución de la Asociación Internacional de Swaps y Derivados (ISDA, por su siglas en inglés), en la que se determine si el no haber pagado el 2 de noviembre constituye un evento crediticio.

Una decisión positiva desencadenaría la activación de un seguro, lo que enriquecería a los comerciantes que compraron protección por defecto. No obstante, es un mercado pequeño con un total de sólo 250 millones de dólares (212 millones de euros) netos.

La deuda de bonos extranjeros de Pdvsa y del Gobierno de Venezuela, de al menos 60.000 millones de dólares (50.851 millones de euros), empequeñece la cifra anterior. Aparte de que esta cantidad no resulta afectada por la norma de la ISDA sobre swaps.