Ainslie Chandler para Bloomberg Markets
Hace unos años, los directivos de los fondos privados estaban cansados de permanecer al margen mientras veían a Berkshire Hathaway, de Warren Buffet, realizar inversiones históricas en Kraft Heinz y BNSF Railway. Ellos también querían entrar en el juego.
Para participar, necesitarían mucho tiempo -décadas de hecho- y todo el capital casi permanente que pudieran reunir. Las ambiciosas firmas compradoras apostaron a que al recaudar fondos de larga duración, finalmente tendrían el dinero para hacer esos mega acuerdos que tanto codiciaban.
Así que algunos de los nombres más importantes de la industria, como Carlyle Group, Blackstone Group y KKR, se propusieron construir sus fondos privados de larga duración, contratar personal y recaudar fondos multimillonarios para la compra de compañías que se esperan funcionen bien por un período mayor que el lapso de retención de un fondo de compra estándar.
“Tener una duración más larga es un horizonte mucho más natural”
“Tener una duración más larga, de unos diez años de inversión, es un horizonte mucho más natural” en algunos casos, explicó Tyler Zachem, vicepresidente de Carlyle Global Partners. “Podría ser que nos estamos asociando con una familia que quiere un socio de espera de mayor duración y derecho de salida limitados. O también que la gerencia tiene un plan de inversión que desea ver ejecutado durante un mayor período de tiempo”.
Las grandes firmas de fondos privados no son las únicas que buscan una forma de entrar en el modelo de inversión de Buffett, que compra acciones y no se desprende de ellas jamás. La red cada vez más extensa de inversores globales que luchan por una forma de desplegar miles de millones de dólares en el mercado, también busca un punto de apoyo.
Buffet, sin embargo, no es un inversor tradicional. Y sólo unos pocos gerentes se han encontrado lo suficiente bien como para intentar jugar en la liga. Los menos dispuestos han mantenido su tradicional período de espera de tres a cinco años para los fondos de compra, que continúan superando a otras clases de activos.
El éxito de quienes desafían la norma en los fondos privados puede ayudar a la industria a aceptar potencialmente un nuevo modelo a largo plazo. Pero incluso aquellos que usan la estrategia reconocen que los inversores y los gerentes tardarán un tiempo en familiarizarse con la idea.
“Es un gran pedido ir las sociedades de responsabilidad limitada para guardar su dinero por 10 años, mucho menos para algo más allá de eso”, comentó Zachem. “Esta no es una clase de activo donde tendrás la misma cantidad de empresas que recibirán fondos. Hay que ser increíblemente reflexivo sobre en qué firmas e instituciones confiar, dado el plazo”.
En 2016, Carlyle recaudó 3.600 millones de dólares (3.100 millones de euros) para su fondo Carlyle Global Partners, que podría tener una vida útil de 20 años. Zachem se unió a la firma en 2015 para codirigir el negocio con Eliot Merril. El par considera que los fondos privados de larga duración son una extensión natural de las plataformas actuales de las grandes empresas, que cada vez son más diversas.
«Hay que ser increíblemente reflexivo sobre en qué firmas e instituciones confiar»
Hasta el momento, Carlyle ha alcanzado seis acuerdos para el fondo de larga duración, incluida la adquisición del productor y distribuidor de hielo Arctic Glacier Group Holdings, en marzo de 2017; así como una inversión minoritaria en la cadena alemana Schoen Klinike, en junio de 2016.
Blackstone Group ha recaudado 4.800 millones de dólares (4.135 millones de euros) para su fondo a largo plazo, según el informe de ganancias de la empresa correspondiente al segundo trimestre, el cual cuenta con el respaldo de inversores de peso pesado como la Junta de Inversiones del Plan de Pensiones de Canadá, el Servicio Nacional de Pensiones de Corea, el Fondo Común de Jubilación del estado de Nueva York y el Sistema de Jubilación de Carolina del Norte. En enero, la firma compró la compañía de derechos musicales Sesac Holdings para el fondo de 20 años.
La empresa europea CVC Capital Partners cerró un fondo de 4.400 millones de dólares (3.790 millones de euros) para una estrategia a largo plazo, con el respaldo del propietario de la compañía, Singapur Investment Corp.
KKR, cuyo cofundador Henry Kravis en 2009 describió el estilo de Berkshire Hathaway como “el modelo perfecto de capital privado”, también está incursionando en esta modalidad. Formó una sociedad con el gigante canadiense de fondos de pensiones, Caisse de Depot et Placement du Quebet, para realizar inversiones de mayor duración.
Se unieron este año para comprar USI Insurance Services por aproximadamente 2.000 millones de dólares (1.722 millones de euros), en lo que sería su primer contrato de larga duración en conjunto. Pero KKR aún no ha recaudado un fondo para la estrategia.
El campo se limita porque son pocos los nombres de la industria con un historial y un banco de jugadores lo suficientemente profundo como para que los inversores les confíen su efectivo durante dos décadas. “Creo que será muy limitado el número de personas que pueden recaudar fondos de esta duración”, señaló Jim Treanor, jefe de servicios de asesoramiento de Norteamérica para Pavilion Alternatives Group.
“Será muy limitado el número de personas que pueden recaudar fondos de esta duración”
Aparte de los riesgos de este tipo de inversión, estar en manos de una firma de capital privado durante un período prolongado también podría afectar el rendimiento de la cartera de la compañía y los retornos de inversión, según Treanor.
El modelo de Buffett no es para todos
No todos los inversores son adecuados para el modelo de larga duración. Mientras que algunos socios masivos y limitados, como los fondos de riqueza soberana de Asia y del Medio Oriente, pueden permitirse bloquear miles de millones de capital durante dos décadas, poco inversores tienen ese lujo porque necesitan liquidez, explicó David Fan, director ejecutivo de TorreyCove Capital Partners.
En un momento en que muchos inversores como los sistemas públicos de pensiones de los Estados Unidos luchan por alcanzar sus tasas de rendimiento esperadas, aceptar rendimientos más bajos -incluso a cambio de un larga duración y tarifas más bajas- no es atractivos para todos. Sin embargo, Zachem ve a más gerentes y socios limitados tratando de estar en el fondo de larga duración una vez que su cosecha actual de pioneros demuestre ser modelo.
“Esto suena atractivo e interesante, pero hasta que pueda verlo, tocarlo y sentirlo, es difícil”, aseguró. Añadió que es arduo conseguir un nuevo tipo de fondos privados. “Hay un contratiempo natural de ‘financiar uno’ que todos enfrentan. Nosotros también lo tenemos”. En otras palabras, tomará tiempo.