Scott Moritz y Gerry Smith para Bloomberg
Los inversores en los proveedores tradicionales de televisión están saliendo del negocio una vez que las empresas desde AT&T a Viacom no detienen la deserción de los clientes atraídos por las opciones de entretenimiento más baratas como Netflix y Snapchat.
AT&T, cuya propiedad del servicio satelital DirecTV lo convierte en el proveedor de televisión paga más grande de los Estados Unidos, sostuvo el miércoles pasado que reportará una pérdida en el tercer trimestre de 390.000 clientes, haciéndose eco de una advertencia similar hace una semanas de Comcast.
Viacom advirtió que su acuerdo de distribución con Charter Communications, la segunda compañía de TV por cable más grande de los Estados Unidos, puede causar un apagón, probando potencialmente si millones de espectadores están dispuestos a quedarse sin canales como MTV o Nickelodeon.
Las acciones de ambas empresas retrocedieron el jueves, lo que contribuyó a una venta más amplia en el sector. El S&P 500 Media Index, que incluye a Comcast y al propietario de ESPN, Walt Disney, cayó 2,3%, su nivel más bajo desde diciembre.
Tras décadas de facturas cada vez mayores y paquetes de canales cada vez más grandes, el ecosistema de televisión de pago se encuentra en un modo de crisis total. AT&T, Dish Network y otros ofrecen versiones más baratas de sus servicios y sólo en línea para así atraer a clientes, pero eso significa tener que aceptar más de ganancia más delgados.
“Esos días de renovaciones automáticas y afiliados habituales se han ido”, observó el analista Jason Bazinet de Citigroup en una nota esta semana. “Hoy en día, todas las empresas de medios se esfuerzan por preservarse. Sospechamos que el próximo capítulo significa que Charter se reducirá significativamente la distribución del contenido de Viacom”.
Salvo una importante recuperación en el cuarto trimestre, 2017 está camino a ser el peor año para las pérdidas convencionales de suscriptores de televisión paga en la historia, superando los 1,7 millones del año pasado, según Bloomberg Intelligence.
Esa cifra no incluye servicios en línea como DirecTV Now, ya que incluso sumando los planes digitales, se proyecta que los cinco proveedores de televisión paga más grande pierden 469.000 clientes en el tercer trimestre.
AT&T se hundió 6,1%, la mayor pérdida desde noviembre de 2008. Dish, que también proporciona servicios por satélite, disminuyó 5,1%. Viacom cayó 2,5%, mientras que AMC Networks cayó 6,8% después de que Guggenheim Securities rebajó las dos acciones a neutral desde un grado de compra.
AT&T, con sede en Dallas, está impulsando en la programación de la televisión al adquirir a Time Warner, propietario de HBO y CNN, en un acuerdo por 85.400 millones de dólares (72.170 millones de euros). Su presidente ejecutivo, Randall Stephenson, ha argumentado que la adquisición permitirá a AT&T crear paquetes de vídeo atractivos para suscriptores móviles y proporcionar información de orientación valiosa para los anunciantes.
Pero con la caída de suscripciones de vídeo, Stephenson también está bajo presión para demostrar que puede mantener a las personas pagando por la televisión en primer lugar. “Cada vez es más evidente que las ruedas están cayendo”, dijo Craig Moffett, analista de MoffettNathanson en una nota de investigación.