Los mercados de Estambul cayeron después de que los Estados Unidos y Turquía dejaron de emitir visados. Una medida tomada por el presidente de EEUU, Donald Trump, tras el fracasado golpe del año pasado contra el presidente Recep Tayyip Erdogan y que ha profundizado las divisiones entre dos miembros de la OTAN ya en desacuerdo sobre la guerra en Siria.
El gobierno de Trump suspendió los servicios de visados para los turcos este domingo, tras el arresto el pasado 4 de octubre de un empleado turco en el consulado de los Estados Unidos en Estambul por su supuesta participación en el fallido gol de Estado de julio de 2016. El gobierno de Erdogan respondió pidiendo explicaciones a Estados Unidos.
Las relaciones entre los dos países se han agrietado desde el intento de golpe, que Erdogan atribuye a un clérigo autoexiliado en Estados Unidos, Fethullah Gulen. Estados Unidos ha rechazado la petición de Turquía de extraditar Gulen, alegando falta de pruebas. El ministro de Justicia, Abdulhamit Gul, reiteró exigió que entregasen al clérigo y pidió al gobierno de Trump que reconsidere su prohibición de visas. Asimismo, ya ha negado que Turquía planee arrestar a otro empleado consular de Estados Unidos.
A mediodía, la lira caía un 2,2% hasta los 3.6963 en Estambul. Llegó a hundirse hasta un 6,6%. El índice de referencia Borsa Istanbul 100 de acciones cayó un 3,2%.
Trump y la extradición
Ambas partes dijeron que «los acontecimientos recientes» los obligaron a «reevaluar el compromiso» del otro con la seguridad. Hace sólo dos semanas, Trump elogió a Erdogan cuando se reunieron en las Naciones Unidas en Nueva York. Dijo que «se está convirtiendo en un amigo» y que «francamente, está obteniendo altas calificaciones».
La semana pasada Estados Unidos calificó las acusaciones contra el trabajador «totalmente sin fundamento», diciendo que estaba «profundamente afectado» por el arresto y «por fugas de fuentes gubernamentales turcas. «Turquía respondió diciendo que el ciudadano arrestado no formaba parte del cuerpo diplomático regular».
«Si continúa esta lucha con Estados Unidos, el riesgo país no disminuirá independientemente de las políticas en otras áreas», dijo Ozlem Derici, fundador de Spinn Consulting en Estambul.
La prohibición de visados también se produce cuando las tropas turcas se están preparando para participar al lado de Siria. Turquía está planeando una misión conjunta con Rusia e Irán. La idea es crear una zona libre de combate en la provincia de Idlib.
Turquía también critica que Estados Unidos por cargos de que un ex ministro de economía y un banco estatal conspiraran para ayudar a Irán a blanquear cientos de millones de dólares a través del sistema financiero estadounidense, así como su decisión de comprar un sistema ruso de defensa antimisiles que no sea compatible con la OTAN.
«Espero que haya algún tipo de pronunciamiento entre Trump y Erdogan», dijo Murat Yurtbilir, de la Universidad Nacional de Australia. «Pero los problemas subyacentes no desaparecerán: la cuestión de Gulen, el lento cambio de Turquía hacia la política de Rusia en Siria y la economía”.
La portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, dijo en una sesión informativa el 27 de septiembre que Estados Unidos habían recibido «varias solicitudes» para la extradición de Gulen, pero que había pasado «un tiempo» desde este hecho.
Rusia e Irán
Erdogan en julio acusó a los extranjeros de intentar separar a Turquía. Ganó amplios poderes en abril después de un apretado referéndum que los críticos denunciaron como fraudulento.
Una agencia del Consejo de Europa desde entonces ha puesto a Turquía en su lista de vigilancia. Alega que las medidas de represión contra los opositores han comprometido los derechos humanos y el estado de derecho.
En los últimos meses, Erdogan ha aumentado la coordinación con Rusia e Irán en medio de las profundas tensiones con los Estados Unidos, exacerbadas por la decisión de Washington de entregar armas a los grupos kurdos que Turquía considera terroristas.
Más de 37.000 ciudadanos estadounidenses viajaron a Turquía en 2016, alrededor del 1,7% del total. Turquía ha estado atrayendo menos visitantes desde 2014 por la inestabilidad regional.
La prohibición de la visa de la administración Trump coloca a Turquía en el mismo barco que Chad, Irán, Libia, Corea del Norte, Siria, Venezuela y Yemen, que han tenido restricciones de viaje de los EE UU.
«Turquía, que ha estado en el foco occidental desde la década de 1940, se agrupa con estos países?» dijo Yurtbilir. «Este es el nivel más bajo en las relaciones turco-estadounidenses».