Más de 30.000 millones de euros ‘vuelan’ de Cataluña por la amenaza de independencia

Las compañías con sede en Cataluña iniciaron el jueves una vertiginosa carrera por cambiar oficialmente sus lugares de residencia ante la amenaza del Govern y de las CUP de declarar en el Parlamento regional la independencia unilateral este martes -previamente se había hablado del lunes-.

El goteo desde entonces ha sido constante. Unos ya han tomado la decisión, como Gas Natural, primera empresa por facturación, o el Banco Sabadell, y otros han anunciado que lo están pensando o que lo harán si Carles Puigdemont, presidente regional, realiza finalmente esa declaración. Es el caso de Catalana Occidente, Abertis, Cellnex, Codorníu o Freixenet.

En total, y solo hasta el momento, más de 30.000 millones de euros en facturación han ‘volado’ o están a punto de hacerlo de Cataluña, al margen de otras muchas más pequeñas que no cotizan en Bolsa y que no han comunicado públicamente el cambio de domicilio fuera de Cataluña. La fuga va a continuar esta semana: Abertis y la inmobiliaria Colonial han convocado este lunes a su consejo para tratar el cambio de sede. Mientras, el president Carles Puigdemont, que ayer admitió que la fuga de empresas era «extremadamente grave», aseguró anoche que continuará con sus planes. 

Aguas de Barcelona. La compañía que gestiona el agua en la región, controlada por la francesa Suez, anunció el sábado su marcha a Madrid tras celebrar un consejo extraordinario en París. La firma factura más de 400 millones de euros.

Gas Natural. La compañía gasista y eléctrica decidió el viernes por la tarde cambiar su sede por la inseguridad jurídica en Cataluña y comunicó su marcha a Madrid. Por la mañana, el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, señaló que los bancos, por Sabadell y Caixabank, se iban «temporalmente» a ciudades de «los países catalanes, no a Madrid».

Gas Natural, que nació en en 1843 con el nombre de Sociedad Catalana para el Alumbrado por Gas (SCAG), pasará a ser una empresa madrileña. Tiene más de 3,7 millones de clientes y el año pasado facturó 23.184 millones de euros.

Caixabank. El tercer banco de España -primero por cuota de mercado en el país hasta la adquisición del Popular por el Santander-, decidió el viernes trasladar su sede a Valencia. La entidad valenciana convocó el consejo para el viernes por la tarde y no fue una decisión fácil pues había dos corrientes. El histórico presidente de la entidad, Isidro Fainé, ahora presidente de la Fundación Bancaria, quería el traslado mientras el actual presidente, Jordi Gual, era partidario de esperar. Caixabank gestiona 303.000 millones en recursos de clientes.

El sábado por la mañana fue la Fundación La Caixa y Criteria, compañía que aglutina las participaciones industriales de Caixabank (Abertis, Cellnex, Suez…), anunciaron su traslado a Palma de Mallorca.

Banco Sabadell. La entidad presidida por Josep Oliú decidió trasladar la sede a Alicante, a la antigua sede de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), absorbida por Caixabank. El Sabadell gestiona unos 136.000 millones de euros de recursos de clientes.

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Josep Oliu, presidente del Sabadell

Arquia Banca y Banca Mediolanum. Otras dos pequeñas entidades bancarias catalanas decidieron el viernes dejar la región e instalar sus sedes sociales fuera. Son Banca Mediolanum, que tiene un volumen de negocio de 2.120 millones de euros y se traslada a Valencia, y Aquia Banca, la antigua Caja de Arquitectos, que irá a Madrid -tiene unos 1.500 millones de euros en activos-.

Service Point y Ballenoil. La empresa de reprografía comunicó el viernes por la tarde a la CNMV su marcha de Barcelona, aunque como el resto mantendrá sus actividades en la región, en concreto en la fábrica que tiene en El Masnou con 163 empleados. Fue fundada en 1954 por la familia Domènech. El año pasado facturó 8,7 millones de euros. Por su parte, también el viernes por la tarde, Ballenoil decidió trasladarse a Madrid. Esta compañía tiene 90 estaciones de servicio repartidas por todo el territorio español.

Dogi, Eurona, Oryzon, Proclinic Expert, Kolckner, Naturhouse. Las primeras empresas en decidir el cambio de sede, al margen de Naturhouse hace ya semanas, fueron Oryzon, Eurona, Proclinic y Dogi. La biotecnológica Oryzon se traslada a Madrid aunque dejará los laboratorios y los puestos de trabajo en Cornellá. Facturó 735.000 euros en 2016. Por su parte, Eurona se traslada a Rivas Vaciamadrid. La operadora de telecomunicaciones facturó el año pasado 161 millones de euros.

Catalana Occidente, Freixenet y Codorníu. Junto a estas compañías que ya han anunciado su decisión, hay otras que han admitido que lo están estudiando o que lo harán si finalmente Junts Per Si y la CUP declaran unilateralmente la independencia. La más grande es la aseguradora Catalana Occidente, con una facturación de 4.235 millones de euros.

Junto a Catalana, los líderes del cava catalán también lo harán. Freixenet, que preside Josep Lluís Bonet, propondrá el cambio de sede en el próximo consejo de la firma. Factura 529 millones de euros. Codorníu, de la familia Raventós, igual. Factura 235 millones de euros.

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Josep Luis Bonet, presidente de Freixenet.

Seat, Lidl, Abertis. Otros gigantes empresariales con sede en Cataluña prefieren esperar acontecimientos. Así lo ha declarado Seat, perteneciente a la alemana Volkswagen, la también alemana Lidl o Abertis, inmersa en un pleno proceso de OPA por parte de la italiana Atlantia. No hay que olvidar a otras como Planeta o Damm que, aunque aún no han dicho nada, han dado muestras de estar en contra de la deriva independentista.

En definitiva, arranca la semana definitiva de este conflicto con más de una docena de importantes empresas catalanas fuera de la región. El cambio de sede social es más simbólico puesto que lo que cambia son los impuestos de actividades económicas que ahora irán a la región correspondiente. Pero la suma de su actividad, más de 30.000 millones sin contar las entidades bancarias, da una imagen de la magnitud política de la decisión.