El mundo se agita al borde de la crisis y los mercados bostezan

Dani Burger para Bloomberg

Con los separatistas catalanes furiosos, una perspectiva turbia para la reforma tributaria estadounidense y todos los ojos en quién nombrará el presidente Donald Trump para encabezar la Reserva Federal, hay muchos riesgos para los inversores. O por lo menos uno pensaría eso.

A pesar de los titulares, los mercados financieros están experimentando una calma sin precedentes y ganancias por el mismo camino. Tomemos el índice S&P 500, que ha registrado un rendimiento positivo cada mes desde las elecciones. El indicador está en su racha ganadora más larga desde 2013, y si octubre finaliza en números verdes será el mejor tramo mensual en casi 90 años, según un análisis del Deutsche Bank.

Las ganancias constantes sin movimientos de ruptura posiblemente son el resultado de que los inversores están atrapados entre dos narrativas en conflicto: vender por los riesgos políticos, por ejemplo, un nuevo presidente de la Reserva Federal, o comprar ante datos económicos alentadores. Por ahora, este último argumento tiene ventajas, según Quincy Krosby, estratega jefe de Prudential Financial.

“Vemos los riesgos dispares cruzando los titulares, pero el trabajo del mercado es mirar a través de eso y ver si es diferente que antes”, observó Krosby. “El apetito por el riesgo aumenta cuando hay liquidez en los mercados, cuando la economía es sólida, las condiciones de crédito son saludable, cuestiones que confluyen hoy”.

No hay duda de que las acciones han estado tranquilas. El S&P 500 se ha movido 1% en sólo el 4,2% de los días de negociación de 2017, una tasa que de perdurar hasta finales de año sería el registro menos volátil en la historia.

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Las divisas han seguido ese ejemplo. El índice de volatilidad de JP Morgan FX cayó después de estar en lo más alto durante el verano antes de eventos significativos como las próximas elecciones japonesas. El cuarto trimestre, por lo general, está entre los tramos más volátiles, la falta de movimiento ahora es notable, según el estratega de Jefferies, Brad Bechtel.

Las operaciones de ETF se recuperan durante los grandes eventos, dado que los inversores mueven sus posiciones

“Se podría pensar que la volatilidad en realidad se recuperará de estas cosas, pero hasta ahora, va a la inversa”, apuntó Bechtel. “El rally del dólar ayuda a deprimir los niveles de volatilidad indica potencialmente que Estados Unidos está más sano”.

El único lugar donde hay signos de vida está en los bonos del gobierno de los Estados Unidos. El índice MOVE de Bank of America Corp, un indicador de las oscilaciones de precios en el mercado de tesorería estadounidense, subió 7,9% en las últimas dos semanas. Aún así, todavía se sitúa 21% por debajo de su promedio de cinco años.

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El volumen de operaciones trimestrales en el mayor fondo negociado en Bolsa (ETF por sus siglas en inglés) que sigue al S&P 500, cayó por debajo un billón de dólares (850.000 millones de euros) por primera vez desde 2007, según Eric Balchunas de Bloomberg Intelligence. Las operaciones de ETF se recuperan durante los grandes eventos, dado que los inversores cubren y mueven posiciones con exposiciones amplias.

Durante la crisis financiera, los ETFs representaron alrededor del 50% del volumen total de operaciones bursátiles en los Estados Unidos, en comparación con el 30% en la primera mitad de este año, según datos de JP Morgan Chase & Co.

Mirando los tumultuosos acontecimientos que se producen en todo el mundo, y tratando de calcular los efectos desconocidos de los movimientos de la FED y del Banco Central Europeo, los inversores se han paralizado, según Andrew Brenner, jefe de renta fija internacional de Natalliance Securities en Nueva York.

“Es como tener a dos dioses griegos, el agua y el sol, luchando entre sí y ahora mismo no se va a ninguna parte”, sostuvo Brenner. “Va a terminar mal. Estamos listos para hacer un gran movimiento que ocurrirá a finales de este año”.