Katie Linsell, Esteban Duarte y Rodrigo Orihuela
Para Pedro Jares, un consultor financiero fuera de una sucursal de CaixaBank en el centro de Madrid, la independencia catalana se traduciría en verse obligado a cambiar de prestamista.
“Quiero estar con un banco nacional español, así que si mañana Cataluña declara su independencia, dejaría el CaixaBank”, comentó el consultor financiero mientras realizaba un retiro. “Igual harían mis padres y mi hermana y casi todos mis amigos que operan con Caixa. Perderían dinero”.
Los prestamistas catalanes, como CaixaBank o Banco Sabadell, que han dedicado años a reducir el riesgo político a través de su expansión, han vuelto a ser arrastrados a la volatilidad política tras la amenaza catalana de declarar unilateralmente su independencia. Con los bancos liderando las recientes bajas en la bolsa española, el ministro de Economía, Luis de Guindos, se movió para tranquilizar a los ahorristas, pues no tienen nada que temer y CaixaBank se comprometió a defender los intereses de sus clientes.
“La situación política es un dolor en el cuello para estos bancos”, dijo César Molinas, fundador de Multa Paucis, una consultora de inversiones en una entrevista. “No quieren que los clientes en Madrid los vean como bancos catalanes, ni que los clientes en Barcelona los sientan como bancos españoles. Están pisando sobre hielo muy fino”.
Las acciones de CaixaBank y Banco Sabadell cayeron 5% en sus mayores caídas en más de un año. Los gestores de Caixabank en Madrid han llamado activamente a sus clientes a discutir la situación en Cataluña y disipar las preocupaciones, según un cliente de banca privada que pidió no ser identificado discutiendo el asunto.
Algunos clientes acaudalados de los bancos catalanes también han comenzado a trasladar su dinero a prestamistas fuera de la región o han empezado consultas, según un ejecutivo de una firma que recibió llamadas de posibles clientes.
Desde el Parlamento Europeo se advirtió: “quien sale de España, se va de la Unión Europea”
Los bancos de inversión con unidades de banca privada en España van desde UBS Group y Credit Suisse hasta JP Morgan Chase.
Preocupación lógica
“Hay una preocupación lógica entre algunos clientes, pero la operación en la red es absolutamente normal y no hay un movimiento significativo de depósito”, indicó Sabadell en un comunicado enviado por correo electrónico. “Si hay alguno es totalmente irrelevante”.
CaixaBank también dijo que “no se ha visto afectada por movimientos inusuales en los depósitos de sus clientes”, y que su negocio marcha “como siempre”.
Algunos clientes de bancos catalanes han comenzado a abrir cuentas en sucursales a través de sus fronteras como Aragón o Valencia, según Roberto Tornamira, jefe de la división de instituciones financieras del sindicato UGT.
Otra preocupación posible entre los clientes de los bancos es que en caso de su independencia, Cataluña quedaría fuera de la Unión Europea. En Estrasburgo, Manfred Weber, líder del grupo más grande del Parlamento Europeo, advirtió a los catalanes que “quien sale de España, se va de la Unión Europea”, incluyendo la zona euro y el mercado único.
El Banco Central Europeo (BCE) ha monitoreado el impacto de la crisis de Cataluña en el sistema bancario de la región, pero no ve motivos inmediato de preocupación, según un funcionario de la zona euro familiarizado. La persona pidió no ser nombrado porque el asunto es confidencial. Un portavoz del BCE declinó hacer comentarios.
Posición política
A partir de ahora, ambas partes están en desacuerdo. Las tensiones se han exacerbado desde que el Rey Felipe VI intentó imponer su autoridad en una declaración televisada. Condenó la “inaceptable deslealtad” de los dirigentes catalanes y juró mantener el país unido. La violencia policial dejó más de 800 personas heridas en la región, según el gobierno local.
CaixaBank dirigió un memorando a sus empleados en el que les dijo que debería “comunicar activamente nuestro compromiso con la defensa de sus intereses, uno que ha guiado nuestras acciones a través de la historia y guiará las decisiones futuras que, de ser necesario, se hará”.
El banco, fundado en 1904, ha llevado a menudo sus orígenes con orgullo, realizando negocios en Cataluña y con emblema de una estrella azul diseñado por el pintor barcelonés Joan Miro. El grupo Caixa es el principal accionista de la sociedad con sede en Barcelona, Abertis Infraestructuras y posee el 24% de Gas Natural, también situado en la ciudad.
Los bancos catalanes han invertido fuera de sus fronteras para ser percibidos como instituciones internacionales
Pero el prestamista también creció lejos de la región mediante la compra de Banca Cívica, un grupo de bancos de ahorro que lucharon durante la crisis bancaria española, y a principios de 2017 tomó el control de Banco BPI en Portugal. Sabadell se expandió en la crisis comprando la Caja de Ahorros del Mediterráneo y en 2015 adquirió el Grupo de Bancos TSB del Reino Unido.
“Estos bancos han cambiado su imagen para convertirse en prestamistas nacionales significativos”, señaló Ricardo Wehrhahn, socio gerente de Intral Strategy Execution en Madrid. “Fuera de Cataluña, la gente no suele pensar en ellos como bancos catalanes, pero cuando surge una crisis, hace hincapié en su patrimonio de origen”.