El matrimonio Trump vive en el constante tira y afloja de demostrar públicamente quién fastidia más a quién. Ellos han hecho de su vida su propio ‘Saturday Night Live’, su show de Jerry Springer llevado a la Casa Blanca. Lejos de ejercer de presidente de la primera potencia mundial y de Primera Dama de la misma, juegan a la frivolidad, a la ostentación y hasta provocan impensables situaciones que rozan la ridiculez más fragosa.
El último desplante de la pareja ha tenido lugar en la base militar de Andrews, en el estado de Maryland. Esta vez sido Donald quien ha ninguneado en público a su esposa, pero podría haber ocurrido al contrario con la misma precisión, tal y como podrán comprobar ustedes mismos a lo largo de este artículo.
Trump, awkward handshake:
"Great job, lady. What's your name again?"
:pushes her off stage:pic.twitter.com/n8UnHVjDKX#SaturdayMorning— Holly O'Reilly (@AynRandPaulRyan) September 16, 2017
El último desafío de Trump a Melania, tal y como podemos observar en el vídeo, tuvo lugar después de que Mrs. Trump introdujese al presidente para que emitiese su discurso oficial. Cuando Melania termina sus palabras, su marido camino hacia ella, le estrecha la mano y la invita a marcharse con un inquietante y muy comentado empujón.
7El manotazo al aire
It appears First Lady Melania Trump slaps away Pres. Trump's hand as he reaches to hold it while on tarmac in Israel https://t.co/rWsYlrEJeS
— Niraj Warikoo (@nwarikoo) May 22, 2017
Melania se ha puesto las pilas y le está devolviendo a su marido, uno por otro, todos los desplantes públicos que el presidente le hizo durante sus primeros meses en la Casa Blanca. No les importa la comitiva, el protocolo, el recibimiento o quienes se les pongan por delante. Ellos son los Trump y en realidad, son show.
A su llegada a Israel, en el último viaje oficial de la primera familia de América al país de Oriente Próximo, parece que el presidente intenta alcanzar la mano de Melania para continuar el paseíllo juntos, sin embargo, ella le responde con desdén e incluso podríamos decir que hasta un poco de desprecio.