Parece que Uber también destruyó la industria de los asientos de cuero

Tiffany Kary para Bloomberg

En el pasado a Uber se le ha culpado por destrozar la industria de los taxis, las leyes laborales y la privacidad. Ahora todo parece indicar que también es responsable de destruir la industria de los asientos de cuero de los coches. Ese es el argumento con el que la empresa GST AutoLeather se declaró en bancarrota.

La firma, que fabrica el cuero y los componentes que utilizan la mayoría de los grandes ensambladores de vehículos, alega que el ascenso de Uber y Lyft redujo la demanda de los coches nuevos, lo que provocó que GST contrajera una deuda de 196 millones de dólares (167 millones de euros), según la declaración de quiebra que presentó este martes.

“La creciente popularidad de los servicios de transportes como Uber y Lyft redujo la necesidad de los consumidores por tener sus propios coches” y ayudó a que GST tocara fondo, escribió Jonathan Hickman, jefe de restructuración de la compañía.

“La popularidad de Uber y Lyft redujo la necesidad de los consumidores por tener sus propios coches”

La explicación de GST no le sienta bien a todo el mundo, especialmente porque el anuncio se realizó justo cuando los fabricantes de vehículos de los Estados Unidos registraron el mayor ritmo de ventas mensuales desde el año 2005.

La idea de que el compartir viajes reduzca la venta de coches suena descabellada para algunos. En primer lugar porque -en teoría- con un trabajo a tiempo parcial como taxistas más personas pueden permitirse la compra de un coche nuevo, en lugar de uno usado. De hecho, en India ésta idea se lleva a cabo de manera exponencial gracias a que la aplicación de reservas de viajes Ola le concede un préstamo a sus conductores.

En segundo lugar está el hecho de los clientes de estos servicios están asqueados. Al igual que las grandes compañías de alquiler de coches, Uber y Lyft lidian con vehículos que se ensucian rápidamente, especialmente si los pasajeros están enfermos o limpian sus dedos llenos de comida por la tapicería.

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Los representantes de Uber no respondieron inmediatamente a la solicitud de comentarios realizada por Bloomberg, mientras que Lyft se negó a hacer declaraciones al respecto.

Para estar seguro, GST esparció la culpa e incluso citó que ahora los coches son más duraderos y sobreviven mucho mejor en la carreta. Entre las razones para su quiebre, la empresa también considera las cifras de fabricación y no tanto las ventas, lo que le da una visión potencial de la situación a largo plazo.

En cuanto a la cadena de suministro, donde GST dice que sirve como un eslabón esencial para la manufactura, el fabricante de cuero aseguró que la producción de coches cayó 4% en el último año y que, mientras los comerciantes tratan de agotar los inventarios, hay menos pedidos. Entre tanto, Uber sigue siendo culpado por casi todos los problemas relacionados con la industria.