Eric Newcomer para Bloomberg
El consejo de Uber Technologies planea votar este martes la reforma de la junta directiva y si persiguen -o no- un importante acuerdo con SoftBank Group, a pesar de la sorpresiva designación de dos nuevos miembros por su ex director general Travis Kalanick, según dos fuentes vinculadas.
Eso dos movimientos podrían dar una sacudida a la gobernanza de la compañía, mientras oficialmente ponen en marcha lo que podría terminar siendo la mayor venta de acciones privadas de la historia.
Kalanick, cofundador que dimitió como CEO de la compañía en junio, sorprendió al consejo cuando nombró a dos ex titanes corporativos en la asombrada junta. Las nominaciones del ex presidente ejecutivo de Merrill Lynch, John Thain, y de la ex directora ejecutiva de Xerox, Ursula Burns, surgieron cuando los directores de Uber consideran una serie de cambios para despojar a Kalanick de parte de su poder.
Thain y Burns han sido oficialmente aceptados como directores, según un portavoz de la compañía con sede en San Francisco.
Los movimientos representan un nuevo reto para la compañía, valorada en unos 70.000 millones de dólares (59.640 millones de euros), que ha sido afectada en 2017 por múltiples demandas, investigaciones de las autoridades estadounidenses, acusaciones de acoso sexual y una serie de vacantes en sus altos cargos. El martes, el nuevo director ejecutivo, Dara Khosrowshahi, se reunirá con los reguladores del transporte en Londres, en un intento de evitar una propuesta de prohibición en su mayor mercado europeo.
La reforma persigue crear un voto por cada accionista y acerca a Uber a una salida a la Bolsa
El directorio de Uber aún planea votar el martes sobre los cambios y si seguir adelante con una venta de 10.000 millones de dólares (8.520 millones de euros) a Softbank, según fuentes que no quieren ser identificadas. Bloomberg dijo en julio que algunos accionistas de Uber, encabezados por Benchmark, discutieron un acuerdo con la compañía japonesa que respaldó a algunos rivales de la startup en Asia.
Las reformas tienen tres objetivos: crear el mismo poder de voto entre los accionistas, acercar a la compañía a una Oferta Pública Inicial en los próximos dos años, y limitar el poder de Kalanick, quien ve los cambios como una burocracia corporativa destinada a dar autoridad a Khosrowshahi y alejarse del consejo, según otra fuente. Y muchos de los planeamientos, incluída una salida a la Bolsa, son inusuales.
“Espero que nadie cambie esto en un modelo de gobierno corporativo”, dijo Ken Bertsch, director ejecutivo de Consejo de Inversores Institucionales. “Pero están tratando con un problema específico de la forma que pueden, y el problema es el poder excesivo de Kalanick, que tiene el potencial de socavar la autoridad del nuevo”.
Kalanick, que abrazó a Khosrowshahi en una reunión en septiembre, ha demostrado su apoyo al nuevo CEO. Sin embargo, la decisión de Kalanick sin previo aviso al nombrar a dos miembros de la junta el viernes lo puso en desacuerdo con su sucesor. En un correo a sus empleados, Khosrowshahi calificó la decisión de “decepcionante” y escribió: “Travis nombró a dos nuevos miembros en el Consejo de Administración de Uber sin discutirlo conmigo. Cualquiera diría que esto es inusual”.
Hay algunas preguntas sobre el poder de Kalanick para nombrar unilateralmente a los directores. Por un lado, el mayor accionista de Uber, Benchmark ha demandado a Kalanick por fraude para despojarle de esos dos años y un tercero que ocupa. Las partes están en el proceso de selección de un árbitro. El inversor plane impugnar legalmente los nombramientos de la junta de Kalanick.
El consejo de Uber había discutido las propuestas del consejo durante una llamada telefónica el sábado. Burns y Thain no participaron de las conversaciones.
Una reforma da a Dara Khosrowshahi la posibilidad de llenar hasta tres puestos en el consejo directivo de Uber
La propuesta, escrita con la ayuda de Goldman Sachs, cambiaría a los accionistas de Uber a una acción, un voto. Eso reduce significativamente el poder de Kalanick y de Benchmark, uno de los principales proponentes de los cambios.
Las reformas también darían a Khosrowshahi la autoridad para llenar tres puestos en el consejo si los actuales miembros que los ocupan dejan sus vacantes. Al menos la mitad de la junta y de los accionistas tendría que aprobar sus nombramientos.
El plan deja a Kalanick uno de sus asientos en la junta y lo entrega a SoftBank como parte de la compra de acciones. El otro requiere la aprobación de Khosrowshahi y tendrá que ser llenado por un miembro de una compañía de Fortune 100.
Las reformas también crearían un gran obstáculo para que Kalanick regrese como CEO. Cualquier ex funcionario de la compañía necesitaría dos tercios de voto de apoyo de los accionistas y del consejo.