Todd Shields para Bloomberg
El fabricante de juguetes Mattel anunció sus planes de vender un dispositivo destinado a escuchar y vigilar a los bebés para registrar sus patrones de sueño e incluso reproducir una canción de cuna en caso de que despierten.
Dicho de otra forma: escuchará a los niños.
Los escépticos se preguntarán si el dispositivo, similar al Echo de Amazon con su asistente de voz de Alexa, violará la privacidad de los niños y profundizará una tendencia de entregar íntimas conexiones humanas a dispositivos inteligentes.
Jeff Chester, director ejecutivo del Centro para la Democracia Digital, un grupo político con sede en Washington que aboga por la protección a la privacidad, observó que “la industria de la tecnología ve el dormitorio de los más chicos como una oportunidad económica. Saben qué clase de comida les gusta, cuáles canciones les gusta escuchar, y tendrán ese tipo de información que podrán compartir con socios y anunciantes”.
El fabricante de juguetes anunció a Aristóteles en enero. Se trata de una “plataforma para niños conectada a Internet”. El dispositivo incluye un altavoz, cámara y luces. Se alimenta con procesadores de Qualcomm y utiliza programación de Microsoft para recopilar datos al lado de la cuna y responder a las necesidades del bebé.
Aristóteles puede programarse para reproducir una canción de cuna, emitir ruidos leves o encender una luz en la noche para calmar al bebé que se despierte. El monitor envía datos sobre los tiempos de siesta y los cambios en el pañal a una aplicación de smartphone y, con previo permiso, los carga en la nube.
El dispositivo puede ayudar a comprar pañales, reforzar los buenos modales en los niños -dado que requiere la frase “por favor” a través de un comando de voz- e incluso ayuda a los niños a aprender un idioma extranjero, señaló la compañía a través de un comunicado de prensa.
Desde Mattel han reafirmado el compromiso d que el producto cumple con todas las regulaciones
Aristóteles debía ser puesto en venta en el mercado minorista durante el verano a un precio recomendado de 299 dólares (252,8 euros), según el comunicado de prensa de Mattel en enero. El producto no apareció en una búsqueda por el sitio web de compras de Mattel y la compañía no ha indicado cuándo estará disponible o siquiera si se ha retrasado.
Alex Clark, portavoz de Mattel, sostuvo vía correo electrónico que la compañía está “comprometida a asegurar que cada producto hecho cumple con todas las regulaciones, incluyendo los productos conectados y destinados al uso de los niños”.
Aristóteles no fue diseñado para almacenar o grabar audio y vídeo, apuntó Clark. Ningún tercero tendrá acceso a ninguna información de identificación personal, y cualquier dato compartido es completamente anónimo y totalmente cifrado.
Dispositivos de escucha
La tendencia a escuchar de estos dispositivos inteligentes se está acelerando. Amazon, que se prepara para competir con Apple y Google en la carrera para equipar hogares con dispositivos inteligentes dio a conocer una serie de productos como un centro de actividades del hogar como Alexa y un altavoz Echo más pequeño y barato.
Mattel está invirtiendo en juegos conectados a Internet bajo un nuevo liderazgo reclutado de Google.
Legisladores del Congreso creen que nunca antes un dispositivo tuvo tanta capacidad de mirar la intimidad de un niño
“Alexa y Echo nos han preparado para creer que esto está bien, para ver algo realmente chocante como algo bueno”, expresó Sherry Turkle, profesora del Instituto de Tecnología de Massachusetts, en una entrevista.
Turkle calificó la función de arrullar de Aristóteles “exactamente lo que es incorrecto para una computadora”, porque no puede proporcionar el confort que un ser humano haría.
En el Congreso de los Estados Unidos, un par de legisladores pidieron mediante una carta a Mattel detalles sobre cómo Aristóteles reunirá y almacenará información.
Protección a las familias
“Nunca antes un dispositivo tuvo la capacidad de mirar tan íntimamente la vida de un niño”, manifestó en la carta el senador Ed Markey, un demócrata de Massachusetts, y el representante Joe Barton, un republicano de Texas.
Los legisladores preguntan si el dispositivo siempre estará encendido y cómo hará Mattel para almacenar o proteger la información
“Los consumidores deben saber cómo funcionará este producto y qué medidas tomará Mattel para proteger la privacidad de sus familias y asegurar sus datos”, escribieron los legisladores. Sus preguntas se centran en si Aristóteles estará siempre encendido para registrar los movimientos de los niños, y cómo hará Mattel para almacenar y proteger la información.
Mattel está “revisando cuidadosamente” la carta, respondió Clark, portavoz de la compañía.
El fabricante de juguetes de California dijo en el anuncio del producto que prestó “especial atención” a la ley federal que requiere que los sitios web y las aplicaciones dirigidas a los niños obtengan el consentimiento de los padres para recopilar y utilizar la información personal de los niños.
Mattel ha puesto cada vez más énfasis en dispositivos conectados a Internet y menos a juguetes tradicionales
Pero Chester, desde el Centro para la Democracia Digital, sostuvo que la ley no protege a los niños una vez que los padres le dan permiso.
Margo Georgiadis, directora ejecutiva de Mattel, contratada a principio de 2017 por Alphabet, ha presentado una visión para la compañía que pone más énfasis en los dispositivos conectados a Internet que los juguetes tradicionales.
Esta misión ha adquirido una nueva urgencia, ya que el interés parece menguar en marcas de una poderosas como Thomas y American Girl. Las acciones han caído más de 40% este año.
Pero la electrónica viene con implicaciones mucho más allá de la venta de juguetes como trenes de madera o muñecas con vestidos.
“El dormitorio de un niño pequeño no debe ser un lugar para la vigilancia corporativa y la recolección de datos”, observó Josh Golin, director ejecutivo de la Campaña por un grupo de políticas de Niñez Libre de Comercio.