Camila Russo para Bloomberg
Durante la primavera, la firma de inversión de metales preciosos de Roy Sebag, Goldmoney, vendió millones de dólares en bitcoins y advirtió que la moneda digital es una burbuja. Ahora, quiere vender servicios de comercio y de almacenamiento de criptomonedas.
Sebag, que originalmente había llamado a su empresa BitGold cuando la fundó en 2014, afirma que no se está retractando, simplemente espera que las regulaciones relajen los precios una vez que el mercado madure.
“Para que la industria tenga éxito, tiene que ser regulada. Una vez que esto se haga, los precios no fluctuarán tanto”, comentó Sebag en una entrevista. “Lo que estamos diciendo es que si se quiere que la industria crezca, necesita tener estándares, tiene que ser auditable y asegurable. Lo que quiero es que estemos en la dirección correcta”.
“Para que la industria tenga éxito, tiene que ser regulada»
El ascenso meteórico del bitcoin este año atrajo muchísima tención, pero la mayoría de los inversores institucionales se mantienen alejados de las criptomonedas porque son muy volátiles y no tienen las salvaguardias que sí poseen la mayoría de los activos financieros.
Algunas compañías están incrementando sus esfuerzos para hacer más popular el mercado. Para ello, abren intercambios regulados, crean contratos futuros e intentan numerar los fondos negociados. Goldmoney ha sido una de las últimas empresas en unirse a esta tendencia.
La firma propone almacenar físicamente bitcoin y éter en bóvedas distribuidas por todo el mundo. El mecanismo, llamado «bloques fríos», parece algo sacado de una película de James Bond: se están grabando partes de la firma criptográfica, para vincular al comprador con el valor en tres piezas diferentes de oro almacenadas en cajas fuertes independientes. “Es como tener tres llaves físicas de oro”, explicó.
La firma propone almacenar físicamente bitcoin y éter en bóvedas distribuidas por todo el mundo
Una llave se guardará con un proveedor de seguros, la segunda con un auditor y la tercera con el proveedor de la bóveda. De esta manera, los estados financieros de Goldmoney pueden auditarse y los clientes asegurarse contra un robo. Los inversores podrán negociar la propiedad de la llave metálica.
Aunque sigue abierta la pregunta de si una moneda digital, negociada a través de una red de persona a persona, necesita un lugar de almacenamiento, las acciones de Goldmoney crecieron 20% el jueves después del anuncio. De manera similar, los títulos de Overstock aumentaron 23% el miércoles cuando la compañía dijo que comenzó a regular el intercambio de criptomonedas.
En 2014 Goldmoney le empezó a ofrecer a sus clientes la opción de cambiar sus bitcoins por metales preciosos. La tenencia de criptomonedas de la empresa se ubicó en 10 millones de dólares (8,4 millones de euros) en el segundo trimestre de este año, cuando Sebag decidió vender. Desde entonces, la compañía ha acumulado cerca de 5 millones de dólares (4,2 millones de euros) con el intercambio de las monedas digitales de sus compradores.
Sebag apuesta a que una gran parte de los 2.000 millones de dólares (1.690 millones de euros) en activos de sus clientes entren a la nueva oferta de criptomonedas de la firma. A largo plazo, él cree que los inversores institucionales incluirán billones de dólares en la industria, algo que ahora no hacen por la falta de transparencia, de un seguro que los respalde y de estados financieros auditables. “Si los bloques fríos funcionan, esto será transformador”, aseguró.
