Ian Wishart para Bloomberg
Los ministros europeos discutieron la posibilidad de impedir la aprobación para que el Reino Unido inicie conversaciones comerciales durante el próximo mes de octubre y, en cambio, le ofreció discutir sobre cómo han progresado las discusiones en torno al Brexit, según un par de fuentes allegadas a estos acuerdos.
La discusión tuvo lugar en una reunión entre ministros de asuntos europeos de los 27 estados miembros y su negociador jefe Michel Bernier, de acuerdo con fuente que pidió no ser identificada porque la sesión no era pública. Los funcionarios recibieron de buena gana el tono de la primera ministra británica Theresa May durante su alocución en Florencia la semana pasada, pero siguen pidiendo más claridad.
Las conversaciones se reanudaron este lunes en Bruselas con el Reino Unido a la espera de que la oferta de May para pagar un acuerdo financiero permita que las conversaciones avancen, incluso mientras el secretario del Brexit, David Davis, ha desafiado reiteradamente las demandas de la Unión Europea y ha insistido en que la factura final no debe acordarse hasta que se resuelva la futura relación.
Depende de los líderes de la Unión Europea decidir si las conversaciones pueden pasar de la etapa de divorcio a cómo será la relación futura, y la primera oportunidad que tienen que hacer eso es una cumbre de mediados de octubre en la que se encontrarán quienes lideran estas conversaciones.
Los líderes tendrán que estar satisfechos de que se ha logrado “un progreso suficiente” en el proyecto de ley y otros asuntos ligados a las discusiones como las fronteras con Irlanda. Varios ministros, hablando en condición de anonimato tras la reunión con Barnier, hicieron eco de su opinión al manifestar que el discurso de Florencia fue constructivo, pero contrastó al expresar que no era muy optimista respecto al progreso que se daría en octubre.
May aceptó pagar las obligaciones financieras del Reino Unido
El lunes, Davis siguió con su tono, mucho más combativo que May en sus alocuciones, cuando aceptó pagar en el presupuesto de la Unión Europea durante dos años, así como cumplir con las obligaciones financieras del Reino Unido de forma mucho más amplia.
“Es obvio que llegar a una conclusión sobre este tema sólo puede hacerse en el contexto de, y de acuerdo con, una nueva asociación profunda con la Unión Europea”, apuntó Davis, que pidió más pragmatismo en cada lado y señaló que no había “excusas en el camino del progreso”.
Lo cierto es que Barnier y Davis iniciaron la cuarta ronda de negociaciones, con la esperanza de que el discurso de May dará al menos algún ímpetu para romper el estancamiento sobre la liquidación financiera, los derechos de los ciudades de la Unión Europea y la frontera irlandesa.
Barnier también ha señalado que su mandato sobre cubre la retirada y no cualquier acuerdo sobre la transición. “La discusión sobre un período de transición sólo puede comenzar una vez que llegamos a un acuerdo sobre un retiro ordenado”.