Aunque es símbolo gastronómico español, el vino es una de las bebidas menos consumidas. La cerveza le arrebató el puesto que ocupó hasta los años 90. Por esos años el consumo de vino cayó al mismo tiempo que aumentó el de la cerveza. En 2015, según Kantar Worldpanel, era la segunda bebida alcohólica más consumida fuera de casa. Lidl quiere volver a poner la copa de vino en manos de los españoles, pero lo está haciendo en el peor momento.
Las altas temperaturas y la falta de lluvias ha obligado a los agricultores a adelantar hasta tres semanas la vendimia. Muchas bodegas incluso están sufriendo serias consecuencias. La más importante es que han tenido que reducir su cosecha a la mitad. Es el ejemplo de las Bodegas Cartema (Toledo). Las cantidades obtenidas este año han sido muy inferiores a las normales. Y es que no han llegado a la mitad de lo cosechado en años anteriores.
Condiciones adversas a parte, en España se consume más cerveza que vino. El ‘Informe del consumo de alimentación en España 2015′, elaborado por el Ministerio de Agricultura, detalla una diferencia del 54%. Y es que en 2015 se consumieron 377 millones de litros de vino frente los 817 millones de litros de cerveza.
Para Lidl se ha perdido la cultura del vino. Una de las causas que señalan para entender esta tendencia es que esta bebida está cada vez menos presente en las mesas españolas. Una desaparición que ha llevado a que las generaciones más jóvenes lo hayan desplazado de su dieta y sus costumbres. De hecho, a menos edad tienen menos lo consumen. Según Wantar Worldpanel, el consumo de vino ocupa un tercer y cuarto puesto en las edades más tempranas. Es la cuarta bebida más consumida fuera de casa entre las personas de 18 y 24 años y la tercera para aquellos que tienen entre 25 y 34 años. La bebida más consumida está claro, es la cerveza.
El consumo de cerveza supera al vino en un 53%
Los principales consumidores de vino son personas mayores, principalmente mayores de 50 años. Es un consumidor envejecido y al que hay que buscar un relevo generacional. Y es que mientras el consumo de vino en menores de 35 años se sitúa entre el 13% y el 17%, se dispara en los mayores de 35. Es la segunda bebida más consumida para ellos con un 26%. Sólo le supera la cerveza con un 50%.
Eso es lo que tratarán de hacer en Lidl. Responsables de la cadena de supermercados y empresarios vinícolas tratarán de llegar a esos segmentos menos consumidores. Su punto de mira son las mujeres y hombres de entre 28 y 48 años.
Ambos sexos, aunque más hombres. ¿Por qué? Las mujeres son más propensas a consumir vino. Kantar Worldpanel cuantifica que sólo el 19,5% de los hombres son consumidores habituales de vino, menos que el 22% de las mujeres.
Sin embargo, el consumo y atracción por el vino es algo que aumenta con los años. No es muy habitual ver a jóvenes de 18 años tomando una copa a media mañana en un bar o en una cena. La reina de las bebidas, independientemente de la edad de los consumidores, es la cerveza. Pero el vino se está recuperando. El año pasado, su demanda creció del 2,5 al 4%. Sí, el sector y el consumo se ha recuperado, pero todavía está en niveles muy bajos.