Robert Hutton para Bloomberg
La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, declinó descartar la destitución del ministro de Relaciones Exteriores, Boris Johnson, cuando dijo que su Gabinete es «absolutamente claro» en respaldar su estrategia sobre el Brexit.
Preguntada directamente por Sky News sobre si Johnson debe ser expulsado por sus declaraciones sobre un Brexit más agresivo, May evitó la pregunta y comentó que está «haciendo un buen trabajo» como el máximo representante diplomático del Reino Unido.
“Boris y otros están muy claros sobre a dónde nos dirigimos como país, que es a conseguir una relación profunda y especial con la UE cuando nos vayamos”, dijo May en Nueva York, donde ella y Johnson se encuentran para acudir a reuniones de las Naciones Unidas.
«Boris y otros están muy claros sobre a dónde nos dirigimos como país»
Las declaraciones de May se produjeron en un momento en que la prensa daba información contradictoria sobre el futuro de Johnson, después de que publicara un documento de 4.200 palabras en el que mostraba una posición mucho más dura con respecto al Brexit.
Mientras la primera ministra se prepara para dar a conocer el viernes propia visión sobre eel Brexit, el diario Daily Telegraph reportó que Boris Johnson, la figura principal de la campaña por la salida realizada el año pasado, podría renunciar al final de esta semana si el discurso de May no es de su agrado.
Después de trotar en Nueva York, el diplomático le dijo a los periodistas que no renunciará y la vocera de la primera ministra aseguró que él se mantendrá en su cargo. Sin embargo, no está programado que Johnson y May se encuentren, a pesar de alojarse en el mismo hotel.
En el corazón de sus diferencias se encuentra la interrogante sobre si May le pagará a la UE por seguir teniendo acceso al mercado único, bien sea a corto o largo plazo. La mandataria también fue esquiva al respecto y solamente indicó: “en el futuro no enviaremos año tras año enormes sumas de dinero a la Unión Europea”.
The Telegraph, un periódico de línea conservadora para el que Boris Johnson solía escribir, comunicó que el diplomático estaba listo para dimitir si May accedía al “modelo suizo”, en el que el Reino Unido tendría que pagar por el intercambio comercial. Se prevé que ella dé a conocer su opiniones este viernes en Florencia, Italia.
“El Gabinete está absolutamente claro con respecto a dónde queremos llegar con nuestras negociaciones europeas”, mencionó May. “Queremos asegurarnos de obtener el mejor trato posible para el Reino Unido al abandonar la Unión Europea”.
“Queremos asegurarnos de obtener el mejor trato posible para el Reino Unido”
La noche del lunes, Johnson discutió abiertamente en una entrevista sobre la posibilidad de dejar su cargo tras sorpender a todos con su declaración del viernes, la cual fue publicada en el diario Telegraph. En ella expresó que Gran Bretaña no debería ofrecer dinero para acceder a los grandes mercados. También dio una evaluación optimista ante lo que sería el futuro “glorioso” del Reino Unido tras abandonar el bloque.
El jueves, en una reunión extraordinaria del Gabinete, May intentará dejar claro quién está a cargo. En su viaje a Estados Unidos, le dijo a los reporteros que el artículo de Johnson no fue autorizado, pero que ella está al mando de todo.
Las maniobras de Johnson han tirado por la borda los planes para el discurso de la primera ministra, con el que esperaba acelerar las negociaciones sobre el Brexit. Pero en su lugar, ahora tendrá que proteger su flanco de los ataques de euroescépticos como Boris Johnson.
La autoridad de May en el Partido Conservador fue despedazada después de convocar a elecciones fugaces tras perder su mayoría en el Parlamento. Algunos colegas, incluyendo al ministro de Hacienda, Philip Hammond, quien quiere mantenerse cercano a Europa y fue previamente silenciado por May, ahora cuentan con mucha más influencia. Johnson publicó su visión sobre el Brexit al mismo tiempo que el Gabinete estaba a punto de establecer una posición consensuada sobre la salida de la UE.
Con su texto, Boris Johnson se arriesga a provocar la ira de sus colegas, quienes podrían percibir que está intentando dar prioridad a sus propias ambiciones antes que a la unidad gubernamental. May debe hacer un cálculo político para determinar si ella puede darse el lujo de dejarlo ir o si lo necesita para seguir adelante con el proceso.
“Hay reglas llamadas responsabilidad colectiva”, expresó el ex canciller conservador, Kenneth Clarke en BBC Radio 4. “Alejarse de esto es completamente inaceptable. Desafortunadamente, después de la elección general es difícil que ella lo deje ir”.
Entre tanto, el ex primer ministro Tony Blair sigue pidiendo que el Brexit se revierta. Blair le dijo a Bloomberg que hay 30% de posibilidades de que la separación no ocurra. “Aún tengo dificultades para imaginar cómo será, pero de alguna manera este gobierno conseguirá su Brexit”.