China y los Estados Unidos dejan a la suerte del otro el conflicto con Corea del Norte

David Tweed para Bloomberg

El presidente Donald Trump ha pedido con regularidad a China que detenga el avance nuclear de Corea del Norte, al punto de que ha soltado que podría ponerle fin a la crisis “fácilmente”. Sin embargo, en Beijing los líderes piensan lo contrario.

Mientras los Estados Unidos y China coinciden en que la península coreana debería deshacerse de sus armas nucleares, difieren del modo de alcanzar el objetivo. La urgencia se acentúa en Washington, ya que los Estados Unidos están en rango de los misiles de Kim Jong Un, mientras que China y otros de sus vecinos asiáticos han vivido con la amenaza durante años.

Trump ha pedido a China usar su influencia económica como el principal socio comercial de Corea del Norte para poner fin rápidamente a las ambiciones nucleares de Kim.

El programa nuclear de Corea del Norte le da poder disuasorio contra los Estados Unidos

China, sin embargo, no ve necesidad en desencadenar una potencial catástrofe en su frontera sobre lo que considera es una disputa sólo entre los Estados Unidos y Corea del Norte. De hecho, Beijing ha advertido que la retórica de ambas partes -Trump ha amenazado con acciones militares-, empeora las cosas.

A los ojos de China, Kim no renunciará a su arsenal nuclear incluso si Pekín detiene el suministro petrolero, a pesar del dolor económico que podría causar. Eso obedece a que su programa de armas le da un efecto disuasorio contra los Estados Unidos. También es fundamental para su capacidad de mantener el poder en el país presentando una imagen fuerte, incluidos a sus generales.

La única forma en que Kim puede detenerse es que los Estados Unidos le ofrezcan una garantía de seguridad, como firmar un tratado de no agresión legalmente vinculante, pero Christopher Hill, ex negociador norteamericano, dijo que a los Estados Unidos le preocupa que incluso con acuerdo no puede confiar en que el régimen no use sus armas para atacar a un aliado como Corea del Sur.

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“China no tiene influencia alguna para convencer a Corea del Norte de detener su programa nuclear”, escribió Fu Ying, presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la legislatura china, en un artículo publicado en mayo en el Brookings Institution.

La lógica china se extiende al actual debate en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, donde los Estados Unidos han propuesto cortar el suministro de petróleo de Corea del Norte tras realizar su sexto -y más poderoso- ensayo nuclear.

China ha reiterado que apoyará una mayor acción de la ONU si ayuda a reanudar las conversaciones con Corea del Norte. A diferencia de Trump, los líderes de Beijing se oponen a una guerra para resolver la situación.

“China ha repetido que la fuerza militar no es una opción para el arreglo del problema nuclear de la Península Coreana”, recordó Geng Shuang, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, justo un día después de que Corea del Norte denotara una bomba de hidrógeno. “Una solución pacífica es la manera correcta”.

Desde China creen que Trump exagera en la capacidad de Xi Jinping para influir en lo que hace Corea del Norte

La agencia estatal coreana de noticias Korea Central News Agency acusó a los Estados Unidos de realizar pruebas de bombas nucleares y desmentía acciones similares en Pyongyang. “Es la lógica de un mafioso que no puede convencer a nadie”, sostenía Geng Shuan.

Lo cierto es que hablar sobre guerra y amenazas de duras sanciones sólo potenciará la conciencia revolucionaria del pueblo coreano y añadirá una justificación al acceso de Kim Jong-Un a las armas nucleares.

El escaso poder de China

China ha apoyado a Corea del Norte desde la Guerra de Corea, en parte para tener un estado de amortiguación que impide sentir a las fuerzas militares estadounidenses en su frontera. Desde Mao Zedong describió los lazos como “tan cercanos como los labios y los dientes”, la relación se ha tensado entre Kim y Xi Jinping, y algunos observadores chinos creen que Trump exagera en la capacidad de Xi para influir en lo que hace el régimen.

Ahora que Corea del Norte está en posesión de armas nucleares, la probabilidad de que China dicte términos es aún más remota

Esas travesuras de Kim han comenzado a afectar los intereses de China. La proliferación de sistemas de defensa antimisiles por parte de los Estados Unidos y sus aliados podría frustrar las propias capacidades militares de China. Hay riesgos ambientales si la radiación alcanza su frontera noreste. Y Kim podría desencadenar una guerra real.

“China no tiene poder para dar órdenes a Corea del Norte”, sostuvo Víctor Gao, ex traductor del fallecido líder Deng Xiaoping. “Y ahora que Corea está en posesión de armas nucleares, la probabilidad de que los chinos dicten términos es aún más remota”.

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China ha buscado desempeñar un papel mediador, respaldando sanciones más duras como la prohibición a las exportaciones de carbón, mientras propone congelar las hostilidades y regresar a las discusiones. Esas sanciones, vistas como insuficientes por la administración de Trump, han conducido a una escalada en las tensiones. Los medios estatales de Corea del Norte han dicho que China “baila al ritmo de los Estados Unidos”.

El Global Times, afiliado al Partido Comunista, escribía en una nota editorial que China debe permanecer neutral si Corea del Norte inicia una guerra, pero debe intervenir si los Estados Unidos y Corea del Sur tratan de derrocar al régimen de Kim.

“China se opone a la proliferación nuclear y a la guerra en la Península Coreana”, rezaba el diario. “No alentará a ninguna parte a agitar el conflicto militar, y se resistirá a cualquier parte que quiera cambiar el status quo de las áreas donde están los intereses de China”.

El recorrido de Corea del Norte

Desde que arribó al poder a finales de 2011, Kim ha detonado cuatro dispositivos nucleares, ha probado 90 misiles incluyendo dos intercontinentales, ejecutó a su tío y asesinó a su hermano, ambos cercanos a Beijing.

Algunos académicos chinos dicen que la política de Beijing ha permitido la acumulación nuclear de Corea del Norte. Zhu Feng, profesor de relaciones internacionales en la Universidad de Nanjing, escribió en julio que China debería abandonar su apoyo a Corea del Norte porque su programa nuclear amenaza la estabilidad regional.

En Beijing piensan que la retórica de Trump sólo ha causado que Kim sea más inseguro

Beijing podría cortar el suministro petrolero o detener todo comercio con Corea del Norte para mostrar su disposición a abandonar a Kim si es necesario, expresó Zhu vía correo electrónico. “Parece que Pyongyang está apostando por la imposibilidad de que China lo abandone totalmente”.

La publicación de opiniones disidentes ha dado lugar a una escuela de pensamiento que discute un cambio de política en Corea del Norte.

Es común en Beijing pensar que la retórica de guerra de Trump sólo ha causado que Kim sea más inseguro, lo que impulse a acelerar su programa de armas.

“Alcanzar el objetivo de la desnuclearización en la península coreana es una complicada danza de tango”, sostuvo Gao, director de la Asociación Nacional de Estudios Internacionales de China en Beijing. “Todo el mundo necesita bailar el tango en sincronía, en primer lugar los Estados Unidos y China”.