Al presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, le están saliendo enemigos públicos. Y no es para menos, ya que desde que relevara a César Alierta, su agenda no permanece tranquila. Recordarán que nombró un consejero delegado (Angel Vilà) separándole de las funciones de presidente y que ha realizado más cambios en el organigrama con el fin de adaptarlo a los planes que tiene para la ‘teleco’.
Unos cambios que no gustan a todos, no sólo dentro de la plantilla de los trabajadores sino de puertas para afuera. Y aquí es donde aparece en escena JP Morgan. La casa de análisis estadounidense ha desempolvado su escopeta y ha disparado toda su carga contra la ‘teleco’ española. No sólo porque ya no recomiende comprar sino mantener sus acciones (por primera vez en dos años) sino porque le ha metido un recorte en su precio objetivo desde los 12,2 euros hasta los 10,5 euros. Es decir, casi un 14% menos de recorrido para una acción que sólo cuenta con un potencial a doce meses ligeramente por debajo del 18%.
Pero JP Morgan no es la única casa de análisis de relevancia que asesta un duro golpe a la ‘teleco’ presidida por José María Álvarez-Pallete. Pocos días antes sería Morgan Stanley la que le asestara otro duro “tijeretazo” al recortar su precio objetivo desde los 11 euros hasta los 10,5 euros, es decir, un 4,5% menos. Aun así, la firma estadounidense reiteraba su recomendación de mantener.
Dos firmas de análisis que ven menos potencial o recorrido en bolsa para la ‘teleco’ española y que parecen poner en entredicho los planes de Pallete. ¿Por qué? Pues porque parece que consideran que podía acelerar su plan de reducción de deuda y completar la venta o salida a bolsa de O2. Pero, por el momento, estos planes están bastante lejos de cumplirse.
Mal comportamiento en bolsa
Unos analistas que no confían en la marcha de la acción y no es para menos. Desde que tocara máximos anuales a mediados de marzo, con un precio de 10,6 euros, su precio de cotización ha sufrido un continuo deterioro que le ha hecho situarse por debajo de la cota de los nueve euros. No son buenos tiempos en el parqué para la ‘teleco’ y no sólo porque las firmas de análisis no la apoyen sino que también hay que añadir la presión de los ‘cortos’.
Además, hay que recordar que el comportamiento casi plano de Telefónica unido a los números verdes vividos por BBVA han relegado a la ‘teleco’ a la cuarta plaza como empresa más valiosa del mercado español. El banco presidido por Francisco González tiene una capitalización de mercado próxima a los 49.800 millones de euros mientras que Telefónica tiene un valor ligeramente superior a los 45.100 millones.
Los ‘cortos’ se hacen fuertes
El refrán de “en río revuelto ganancia de pescadores” parece aplicárselo, al pie de la letra, los ‘cortos’. Unos inversores que obtienen rentabilidad con las caídas de los precios y que han ido sumando posiciones en las últimas semanas/meses. En la actualidad poseen un 2,92% del capital de la ‘teleco’, su nivel más alto desde comienzos de 2017, lo que evidencia la presión a la baja que ejercen este tipo de inversores.
Entre los ‘cortos’ que más están presionando a la baja el precio de Telefónica destacan Boussard & Gavaudan Investment Management LLP con un 1,6% del capital y BNP Paribas, que controla un 0,71% del total de acciones. Además, ambas firmas han incrementado su posición en sus últimas notificaciones. En el caso de la primera han incrementado su presencia desde el 1,51% hasta el 1,6% mientras que el banco galo ha aumentado su estrategia hasta un 0,71% frente al 0,53% que poseía en la anterior notificación remitida a la CNMV.
Por tanto, la situación parece jugar en contra de Pallete pero todo depende de los planes que acometa a medio plazo para darle la vuelta a la tortilla o continuar generando unas dudas que continúen por presionar más el precio de las acciones a la baja. Algo que no gustaría a los accionistas de Telefónica, que como encima sean clientes de la ‘teleco’ sería doble motivo de cabreo tras tantas subidas de precio en los productos contratados como es el caso de Fusión.