Patrick Donahue y Naomi Kresge para Bloomberg.
Horas después de ser rozada por un tomate, la canciller alemana Angela Merkel ofreció sus consejos sobre cómo lidiar con los “machos alfa” en cargos de liderazgo, como el presidente Donald Trump.
Merkel, quien se encuentra en el suroeste de Alemania en campaña por las elecciones del 24 de septiembre, hizo este martes dos apariciones muy disimiles: una estrepitosa parada en la ciudad universitaria de Heildelberg, que atrajo a manifestantes enardecidos y una presentación en un concurrido auditorio de Stuttgart, donde sopesó el tema del liderazgo global.
Luciendo imperturbable con la misma chaqueta que usó en el primer mitin, Merkel fue interrogada sobre cómo lidia con líderes como Trump, el presidente ruso Vladimir Putin y el mandatario turco Tayyip Erdogan, quienes fueron identificados por el moderador del evento como “machos alfa”.
“Mi trabajo es representar los intereses del país y dejar claros nuestros valores”
“Para mí siempre ha sido importante ser yo misma. Nunca me alejaré de eso y estoy preparada para cualquier cosa”, respondió la canciller. “Mis encuentros con ello no son para construir una amistad. Bien si eso sucede, pero mi trabajo es representar los intereses del país y dejar claros nuestros valores”.
Merkel, quien se proyecta a sí misma como una fuerza de estabilidad en un mundo inestable, ha mantenido un liderazgo dominante en las encuestas frente a su contendiente socialdemócrata, Martin Schulz. Su sobria respuesta sobre los interés de Alemania fue eco de preguntas anteriores, en las que fue interrogada sobre su relación con Trump, quien ha criticado a Alemania por los gastos que hace en comercio, migración y defensa.
Mítines interrumpidos
En busca de su cuarto período como canciller, las apariciones de Merkel durante la campaña han estado marcadas por estallidos de manifestantes de derecha. La mayoría la critica por su decisión de mantener las fronteras abiertas para más de un millón de refugiados.
En Heilderberg, Merkel fue rozada por un tomate en la cadera izquierda
Durante el mitin en Heilderberg, las personas que se encontraban protestando se burlaron de la canciller llamándola “mentirosa” y “traidora”. También arrojaron dos tomados: uno rozó a Merkel en la cadera izquierda y el otro alcanzó a la moderadora del evento, Claudia von Brauchitsch. La canciller permaneció imperturbable y le ofreció un pañuelo a la oradora. El hecho está siendo investigado por la policía.
Más tarde, en Sttugart, fue interrogada por un miembro de la audiencia sobre su mejor cualidad, a lo que respondió -sin hacer mención al episodio del tomate- que su serenidad es una gran virtud. “En momentos cruciales puedo mantener la calma, la cual es una fortaleza muy importante para mí”. En cuanto a sus debilidades, Merkel comentó que tiende a hablar mucho durante las noches, especialmente cuando es muy tarde, lo que impide dormir.