Tenía razón Rivera: Rajoy se ríe del PSOE y de Podemos

Me lo dijo Albert Rivera a finales de julio, cuando Pedro Sánchez y Pablo Iglesias acababan de anunciar que iban a pedir la comparecencia de Mariano Rajoy para que respondiera ante el Pleno del Congreso sobre los casos de corrupción que afectan al PP: “Es una locura, Rajoy va a utilizar esa comparecencia para darnos un mitin porque el formato le favorece a él… Lo lógico es que responda en la Comisión que para eso se ha creado”.

Pues como si lo hubiese visto en una bola de cristal. Ayer el presidente del Gobierno hizo gala de sus mejores artes parlamentarias para no responder ni a una sola de las preguntas sobre la corrupción del PP, ni mencionar siquiera los casos que les afectan, y sin embargo dejar tanto al PSOE como a Podemos -y al resto de la oposición, especialmente a ERC-, a la altura del betún. En eso, hay que reconocerlo, a Mariano Rajoy no le gana nadie.

“Si quieren pedirme responsabilidades políticas, presenten otra moción de censura”, se atrevió a decirles. El órdago está sobre el tejado del PSOE y de Podemos, que salieron escaldados de una operación parlamentaria que sólo ha servido para ver crecer a Rajoy y menguar a Margarita Robles y Pablo Iglesias. El presidente tenía muy bien estudiada su estrategia, sabía que querían ponerle contra las cuerdas y, siguiendo el símil pugilístico, se zafó sin contratiempos.

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De hecho, el único que supo aprovechar el debate para algo fue, precisamente, Albert Rivera, que anunció que este mismo lunes su partido presentará una propuesta le ley para limitar el mandado del presidente del Gobierno a ocho años o a dos mandatos consecutivos. Y eso si que pone en un apuro al PP, que nunca ha querido dar ese paso a pesar de haberlo firmado en el pacto de investidura con Ciudadanos.

Pero es difícil que el partido de Rivera encuentre otra oposición a su propuesta de ley que la del PP -aunque habrá que ver que dice el PSOE-, por lo que es bastante probable que la iniciativa salga adelante. Como además no tiene repercusión presupuestaria, el Gobierno va a tener difícil plantearle el veto, y ni siquiera es necesario modificar la Constitución para que esa iniciativa salga adelante, por lo que tiene bastantes visos de hacerlo.

La pretensión del partido de Rivera es que Rajoy no pueda presentarse a un tercer mandato, algo que el propio presidente está diciendo que sí piensa hacer. Tendría gracia que la renovación en el PP acabe viniendo por imposición de Ciudadanos antes que por iniciativa propia. Claro que hay quien dice en el partido naranja que “a lo mejor lo que nos conviene es que vuelva a presentarse Rajoy”, porque, le guste o no al presidente, fuera del Congreso la corrupción sí le pasa factura.