Ex ingeniero de Volkswagen es condenado a 40 meses de prisión por el “dieselgate”

Un ex ingeniero de Volkswagen fue condenado a 40 meses de prisión por su papel en el caso del software instalado en algunos coches con diésel que alteraba las emisiones de óxidos de nitrógeno, convirtiéndose en uno de los mayores escándalos en la historia de la industria automovilística, conocido como el “dieselgate”.

James Liang, quien se declaró culpable en 2016 por el delito de conspiración, obtuvo una pena más dura de la recomendada por los fiscales, a pesar de haber cooperado con la investigación al fabricante de automóviles. Se ha determinado que su rol fue clave para entender cómo Volkwagen engañó a los reguladores y consumidores durante años.

Liang estuvo involucrado en un plan en el que engañó tanto a reguladores como consumidores, según Sean Cox, juez de Distrito en Detroit este viernes.

James Liang fue multado por 168.000 euros y será supervisado tras su liberación

“Se trata de un crimen muy serio que involucró un fraude masivo hacia el consumidor estadounidense”, sostuvo Cox. Lian, que detenta un gran departamento al sur de California y un ingreso anual de 250.000 dólares (210.000 euros), “no quiso alejarse de su estilo de vida, que habría sido lo correcto. El arrepentimiento no excusa su conducta”.

Liang fue el primero en aceptar su responsabilidad en el caso, recordó su abogado Daniel Nixon. “Se convirtió en el rostro mundial de este escándalo”. Lian se negó a hablar ante la audiencia.

El alemán era jefe de competencia en los Estados Unidos y fue multado por 200.000 dólares  (168.000 euros) y será supervisado tras su liberación. Oliver Schmidt, otro empleado de Volkswagen, se declaró culpable el pasado 4 de agosto por el delito de conspiración y violar la Ley de Aire Limpio de los Estados Unidos.

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Liang y Schmidt se encuentran entre los ocho ejecutivos de Volkswagen acusados penalmente por sus presuntos roles en “Dieselgate”. Fue en septiembre de 2015 que Volkswagen admitió que alrededor de 11 millones de coches a diésel en todo el mundo estaban equipados con dispositivos que buscaban engañar respecto a las emisiones. También hay una investigación en curso en Alemania.

El escándalo ya le ha costado más de 24.000 millones de dólares (20.215 millones de euros) a Volkswagen para resolver distintas demandas en los Estados Unidos. El proyecto incluye un acuerdo para que Volkswagen desembolse 4.300 millones de dólares (3.620 millones de euros) en sanciones para resolver la investigación federal y declararse culpable de falsas importaciones de coches en Norteamérica, así como obstruir las averiguaciones.

Volkswagen intentó impulsar sus ventas ofreciendo “diesel limpio” para satisfacer los elevados estándares de las emisiones y así atraer a clientes conscientes con el ambiente. La empresa no podía vender coches en los Estados Unidos sin certificar que comercializaban bajo estos estándares y no podía lograrlo sin algunas modificaciones fraudulentas.

Soluciones prácticas

Liang no fue el cerebro detrás de este asombroso fraude”, pero “fue parte de eventos cruciales”, decían documentos judiciales de los Estados Unidos. Eso incluyó el desarrollo de un defectuoso motor, así como su participaciones en reuniones con la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos en 2007 para obtener la aprobación y exportar los coches hacia los Estados Unidos.

La defensa de Liang pedía arresto domiciliario, más 1.500 horas de servicio comunitario y una fuerte multa

También fue parte de los esfuerzos por ocultar el uso de dispositivos para evitar las regulaciones. “Liang sabía que hacía mal, pero minimizó su propia responsabilidad moral, asegurándose de que era un simple ingeniero cuya tarea era presentar soluciones prácticas a los problemas”, señalaron los fiscales.

Desde el Departamento de Justicia de los Estados Unidos se recomendó una condena de tres años, por debajo del máximo legal de cinco años, citando su “asistencia sustancial” con los fiscales que investigan el fraude.

El abogado de Liang pidió el pasado 18 de agosto someter a su cliente al beneficio de libertad condicional, tras un año de cárcel al sur de California o detención domiciliaria, más de 1.500 horas de servicio comunitario y una multa. Liang aclaró a la prensa que permaneció en los Estados Unidos tras el escándalo para trabajar en posibles soluciones.

Varios de los ejecutivos se encuentran en Alemania, a salvo de una extradición hacia los Estados Unidos

Schmidt, otro ejecutivo de Volkswagen, será sentenciado el 6 de diciembre. El ex trabajador se enfrenta a una prisión de hasta siete años y a su deportación una vez que la pena se haya completado.

Schimidt fue acusado junto a Heinz-Jakob Neusser, ex jefe de desarrollo de motores suspendido en el año 2015; Richard Dorenkamp, quien lideró el fracasado esfuerzo por diseñar un motor diesel que cumpliera los estrictos estándares de emisión adoptados en los Estados Unidos para 2007; Jens Hadler, quien dirigió el desarrollo del motor de 2007 a 2011; Bernd Gottweis, responsable de la gestión de calidad entre 2007 y 2014; y Jurgen Peter, enlace de Volkswagen con los reguladores estadounidenses durante los meses en que aumentaban las sospechas. Estos ejecutivos se encuentran en Alemania, a salvo de la extradición a los Estados Unidos.