Después de tres años de crecimiento desde su formación en una fusión, Dixons Carphone, multinacional de telecomunicaciones con sede en Londres, pronosticó una inesperada caída en sus ganancias, uniéndose al prestamista Provident Financial y la compañía publicitaria WPP esta semana con resultados decepcionantes. Al final, sus acciones cayeron 32%.
Tras haber reportado resultados en junio, el dueño de las tiendas Carphone fue criticado por la carente transparencia de su contabilidad, y ahora debe recuperar la fe de los analistas e inversores.
“El gran problema es que el mercado se había sentido incómodo con algunas de estas cuestiones en momentos preliminares y la dirección no proporcionó respuestas suficientemente sólidas”, dijo Sanjay Vidyarthi, analista de Canaccord Genuity.
Los analistas de Exane BNP Paribas fueron más rápidos que la propia empresa en resaltar la magnitud de las dificultades que enfrenta en el mercado de telefonía móvil: carencia de nuevos productos y teléfonos más caros que disuaden a los británicos a buscar un mejor servicio.
Las acciones de Dixons Carphone habían caído 7,2% el pasado 11 de agosto, cuando los analistas de Exane redujeron su interés en sus papeles, aunque ese retroceso palideció al lado de la vista este jueves que alcanzó 34% en cierto punto.
“Se trata de una decepción significativa”, dijo Neil Dwane, gerente de cartera y estratega global de Allianz Global Investors, en una entrevista con Bloomberg Television. “Desde hace meses veían estos resultados y no anticiparon lo que ahora se refleja”.
Dixons Carphone no respondió a las solicitudes de comentarios a la prensa. En junio, la empresa elogió sus propios resultados, aunque advirtió que el mercado era “más desafiante” para el negocio de teléfonos móviles.
Difícil semana
Ha sido una dura semana para el mundo corporativo de Londres. Provident, entidad británica especializada en la concesión de préstamos a clientes que no cumplen los criterios de otros bancos, reveló pérdidas por 131 millones de euros y una investigación en curso por parte de entes reguladores, mientras que WPP cortó su previsión de ingresos. Todo ocurrió en el mismo día en que la Confederación de la Industria Británica admitió que las ventas minoristas cayeron a su ritmo más rápido desde julio de 2016.
Tras el Brexit, los móviles se han encarecido y los pocos avances tecnológicos dan menos motivos a los consumidores para comprar nuevos productos
Lo cierto es que las acciones de Dixons Carphone cayeron 14% a 20 céntimos de euro en Londres, reduciendo el valor de mercado del minorista en 564 millones de libras (611 millones de euros) a un total de 2.160 millones de libras (2.340 millones de euros). El precio está 33% por debajo de los 29 céntimos de euro en que su vicepresidente ejecutivo, Andrew Harrison, vendió un millón de acciones el pasado 10 de julio. Harrison, que trabaja en el negocio de la telefonía móvil desde 1995, aún tiene 4,29 millones de acciones.
Sebastian James, presidente ejecutivo de Dixons Carphone, dijo que los clientes se han quedado con sus móviles cuatro o cinco meses más de lo acostumbrado. El declive de la libra esterlina desde el Brexit se traduce en que los móviles se han encarecido y menos avances tecnológicos le dan al consumidor menos motivos para actualizarse.
Una decisión consciente
A medida que el mercado de móviles se ralentiza, Dixons Carphone sostuvo que “tomó una decisión consciente al buscar mantener la cuota de mercado”, una medida que terminó por pesar en la rentabilidad.
James dijo que no espera que la debilidad del mercado se mantenga a largo plazo y es optimista respecto a la introducción del iPhone 8, un catalizador para el crecimiento. Apple suele lanzar la última versión de su móvil antes de la temporada de las compras navideñas.
Pero la advertencia de este jueves logrará que los inversores sean más escépticos respecto a la calidad de sus acciones, expresó Andy Hughes, analista de UBS a través de una nota.
Los resultados de junio incluyeron una contribución de 50 millones de libras (54 millones de euros) de los cambios en el reconocimiento de ingresos por el seguro telefónico y las ventas de garantía. Sin eso, los beneficios habrían caído. El director financiero, Humphrey Singer, dijo que había “una toneladas de cosas en marcha” que afectó las ganancias en el negocio de telefonía móvil.
Charles Dunstone, ex presidente de Dixons Carphone, sufrió la mayor pérdida por la caída de las acciones. Su participación asciende al 11,3% y se redujo en unos 63 millones de libras (68 millones de euros), según datos compilados. Tanto Dunstone como James diseñaron la fusión que formó la compañía.
Además del debilitamiento en el mercado de telefonía móvil, Dixons Carphone anticipó que las ganancias de 2017 se reducirán entre 10 y 40 millones de libras (hasta 43 millones de euros) por los cambios en la legislación de roaming de la Unión Europea.
Históricamente, sus ganancias se han beneficiado de ingresos no recurrentes, como los planes de seguros o los cargos sobre clientes que usan móviles fuera de los términos de su plan. Debido a los cambios regulatorios de la UE, ya no pueden cobrar cargos adicionales transfronterizos.