Desde hace unos meses el mercado de las telecomunicaciones en España tiene un nuevo (gran) jugador. Tras la compra de Yoigo y Pepephone por parte de MásMóvil, la compañía capitaneada por Meinrad Spenger se ha establecido como operador alternativo y, entre otras acciones, ha entrado a pleno pulmón en el mercado convergente. Pero su gran apuesta ha sido en el nicho de bajo coste. Y la respuesta de la competencia no se ha hecho esperar, aunque algunos como Orange le restan cierto valor.
Incluso, tras la llegada de MásMóvil al mercado continuo de la Bolsa, muchos ya le han puesto del cartel del “nuevo Jazztel”. Es decir, un outsider que agita los precios y mueve a los grandes operadores como Movistar, Orange y Vodafone de su zona de confort. Esto, por lo tanto, provoca que todos tengan que bajar al barro para competir por precios, sin perder -lógicamente- la calidad.
Y todos han pasado por el aro. Por ejemplo, desde Movistar, ha sido el mismísimo presidente de Telefónica España, Luis Miguel Gilpérez, el que hace unas semanas convocó a la prensa para dar a conocer las nuevas ofertas de la compañía en materia de banda ancha convergente, pero a bajo precio.
Por su parte, Orange y Vodafone lo que han hecho para contrarrestar las ofertas de MásMóvil ha sido lanzar promociones con sus marcas low cost como Amena y Lowi, respectivamente. Así, han entrado de cabeza en una pelea por captar clientes que precisan servicios convergentes (fijo + móvil + internet) pero a un coste reducido y, en muchas ocasiones, sin necesidad de televisión.
Orange no cree en el efecto MásMóvil
Parece bastante evidente que MásMóvil ha tenido un impacto directo en la estrategia de los tres grandes operadores, pero éstos asumen la realidad con poco entusiasmo.
Así, durante la presentación de resultados de Orange España, el consejero delegado de la compañía, Laurent Paillassot, ha remarcado que sí es cierto que el operador amarillo ha animado el mercado en temas de competencia, no lo niega, pero estima que lo que está sucediendo no es por ellos.
El CEO de Orange cree que está habiendo un crecimiento generalizado en la contratación de banda ancha fija en España, sobre todo de esas ofertas convergentes a bajo coste. Pero asegura que se debe, principalmente, a una mejora de la economía española en todos sus indicadores. Tanto de contabilidad nacional como creación de empleo. Esto ha provocado, estima, que mucha gente haya vuelto a gastar dinero en telecomunicaciones.
Sobre las diferentes estrategias, Paillassot ha puesto calificativo a las promociones de sus rivales que ha considerado como “brutales”. Sin embargo, desde Orange, el responsable de la filial francesa aclara que ellos simplemente están segmentando ofertas entre sus marcas para ofrecer a cada usuario lo que necesite.
Orange, optimista sobre su negocio
Al margen de restar cierto valor a MásMóvil en la guerra de tarifas que vive el segmento de la banda ancha convergente, la filial francesa ha compartido con la prensa su cuadro económico del primer semestre del año.
Así, Orange España ha tenido unos ingresos en el primer semestre de 2017 de 2.628 millones de euros, un 8,7% más que en el mismo periodo de 2016. Los ingresos por telefonía móvil aumentan un 7,8 % en la primera mitad del año hasta los 1.336 millones de euros, gracias a su crecimiento de su base de clientes y la ampliación de servicios en su oferta. Mientras, los ingresos por servicios fijos crecieron el 8,5%, hasta los 1.019 millones, en la primera mitad del año respecto a 2016.
En cuanto a la base tecnológica, a 30 de junio, la cifra de unidades inmobiliarias pasadas con fibra ascendía a 10,7 millones, lo que supone un incremento de 2,4 millones en un año, mientras la cobertura 4G alcanzaba el 9 % de la población.