A la hora de buscar una casa la duda siempre surge: ¿es mejor comprar o alquilar? Y la respuesta que se puede dar es a la gallega: depende. Es una decisión muy personal en la que intervienen muchísimos factores externos que son muy complicados de medir. En primer lugar, el nivel de renta; la situación familiar; el nivel e estudios o el estado civil. En el segundo grupo habría otros factores que se pueden denominar como coyunturales y que vienen motivados por las condiciones económicas que haya a nuestro alrededor.
Sea como sea, el BBVA Research sí recomienda que el régimen escogido sea aquel que supone un mayor valor de capitalización para el individuo. O lo que es lo mismo, aquel que va a maximizar nuestro retorno. Lo primero que conviene tener claro es que la vivienda en compra se puede considerar como un bien de consumo, pero también como uno de inversión. Sin embargo, una casa en alquiler es un bien de consumo que -además- puede permitir abrir el abanico a invertir en muchos otros productos que nos proporcionen una gran rentabilidad a futuro.
¿Qué es lo primero que se debe tener en cuenta? Pues básicamente la comparativa entre lo que nos cuesta un alquiler y una letra de la hipoteca. Si la cuota de la renta es más baja respecto a la compra; tenemos la solución. Si es a la inversa, una letra hipotecaria resulta inferior al pago mensual del alquiler, la compra es nuestra opción. De hecho, en los últimos años esta última tendencia es la que ha ido imperando en el mercado de la vivienda motivado por los bajos tipos y la corrección de precios que ha padecido el mercado. En concreto, se puede comprobar cómo los gatos de alquilar un inmueble de 100 metros cuadrados (en términos generales y a escala nacional) en marzo de 2008 eran del 5,5% en 2008 a un 6,2% nueve años más tarde. Sin embargo, la cuota hipotecaria en la misma vivienda supone un 4,5% en la actualidad.
El coste de financiación
Lo que cuesta financiar la inversión inmobiliaria es otro de los factores que deben medirse a la hora de elegir. La opción de poder acceder de forma cómoda a un crédito es algo que ayuda mucho a escoger. Sin embargo, es cierto que requiere (y más ahora) un importante colchón de ahorros para poder asumir la entrada y los gastos de formalización de hipoteca.
Ahora bien, según el análisis de BBVA Research, se puede comprobar cómo el entorno actual de tipos bajos y estabilización económica está provocando un aumento de las condiciones de acceso al crédito. No sólo eso, es que las condiciones de financiación más laxas que hay en el mercado, unido a los precios más o menos bajas, está llevando a que el esfuerzo económico de los hogares sea inferior en una compra que en un alquiler.
A todo esto hay que sumar la perspectiva futura en cuanto al precio de los inmuebles. Y lo que nos dicen ahora mismo las expectativas del Banco de España es que las casas en España van a subir en los próximos meses.
Conviene también mirar qué ocurre con otros activos para dirimir si queremos comprar o alquilar. No conviene olvidar que, por ejemplo, si nos metemos en la hipoteca debemos consumir ahorros que, de otra manera, podríamos destinar a una inversión en bolsa o renta fija. Ahora bien, si nos fijamos en la evolución de activos de renta fija, parece evidente que -en estos momentos- el ladrillo es una opción mejor.
Por tanto, se puede decir que en estos momentos la opción más interesante podría pasar por la compra. Sin embargo, es cierto que si se encuentran alternativas de inversión con alta rentabilidad, podría resultar mucho más rentable optar por el alquiler. Así que, como siempre, la elección final pasa por uno mismo.