El estudio anual sobre las administraciones públicas realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) siempre arroja datos interesantes y esta ocasión no iba a ser menos. Y si, aquello de que nos hemos endeudado por encima de nuestras posibilidades cobra fuerza en el caso de España. No sólo porque lo oigamos a menudo sino porque dicho estudio pone de manifiesto como España ha sido el país de la OCDE en el que más ha aumentado, en términos relativos, la deuda pública bruta entre 2007 y 2015 (según el Sistema de Contabilidad Nacional y no el Tratado de Maastricht. En concreto, la deuda ha pasado del 41,73% del PIB en 2007 al 116,85% en 2015, lo que supone un incremento superior a los 75 puntos porcentuales de PIB. Un incremento mayor al de otros países que han sufrido rescates por parte de la Unión Europea para evitar su quiebra como es el caso de Portugal o Grecia, necesitando este último dos rescates. En el caso de nuestro país vecino el aumento de la deuda en dicho periodo es superior a los 71 puntos mientras que en el caso del país heleno el incremento se sitúa próximo a los 69 puntos.
Aun así, debemos matizar que si bien somos el país en el que más se incrementa la deuda pública, no somos el que más montante tiene en términos de Producto Interior Bruto aunque ya se sabe que “mal de muchos, consuelo de tontos”. En este caso, el ranking estaría liderado por Japón con una deuda pública que asciende hasta el 221,8% del PIB, mientras que los siguientes puestos corresponderían a los denostados países del sur de Europa como son Grecia (181,6%), Italia (157,7%) y Portugal (149,2%) mientras que nuestro país ocuparía el séptimo puesto en la clasificación, ligeramente por encima de la media de la OCDE, que es del 112%.
Unas cuantías que a más de uno pueden sonarle a chino pero que entenderás más fácilmente si hablamos en términos per capita o por habitante. Pues bien, si en 2006 la deuda pública por habitante ascendía hasta los 30.000 dólares, el fuerte incremento que ha experimentado el montante total ha provocado que se sitúe por encima de los 50.000 dólares, que a tipo de cambio actual, sería el equivalente a casi 43.265 euros por habitante. En este caso la situación sigue siendo crítica en Japón puesto que cuenta a pesar de contar con una gran población el montante es muy elevado mientras que el segundo puesto es para Irlanda ya que su población es mucho menor a la de otros países desarrollados.
Una situación bien distinta a la del sector privado puesto que las empresas y los hogares españoles sí han hecho esfuerzos para reducir su endeudamiento a base de grandes esfuerzos. Por ejemplo, sólo el año pasado la deuda privada se redujo en 21.895 millones, según datos del Banco de España. En concreto, a esta reducción han contribuido los hogares españoles con un recorte de 12.495 millones puesto que los créditos hipotecarios y no hipotecarios se sitúan en 712. 826 millones, por lo que se sitúa en torno al 64% del PIB, tres puntos menos que el ejercicio anterior y una cifra notablemente inferior a la registrada en 2010 y que ascendía hasta el 83%.
De este montante, hay que destacar que los prestamos hipotecarios ascienden hasta casi 545.000 millones, lo que supone su nivel más bajo desde mediados de 2005 y si lo comparamos con el máximo alcanzado a mediados de 2010 que era de más de 680.000 millones supone un descenso próximo al 20%. Por su parte, la financiación no hipotecaria de los hogares, si bien se ha incrementado ligeramente durante 2016, se sitúa en poco más de 168.500 millones. Es decir, el mayor endeudamiento, como es lógico, se produce con la compra de la vivienda.
Por su parte, las empresas han reducido su deuda, sólo en 2016, en 12.495 millones y se sitúa cerca de los 915.750 millones, lo que supone un 82% del PIB, un porcentaje cuatro puntos inferior al del ejercicio anterior y una cifra notablemente inferior al 115% registrado a finales de 2010.
Unas cifras positivas que van mucho más allá puesto que el proceso de desapalancamiento de los hogares y tejido empresarial en España es aun más evidente. Si regresamos a las cuentas financieras del Banco de España se aprecia como el esfuerzo del sector privado se podría cifrar en una reducción de la deuda de más de 500.000 millones desde mediados de 2010 por lo que el endeudamiento del sector privado ha pasado de suponer más de un 210% del PIB a únicamente en torno a un 166,1%. Unos datos que ponen de manifiesto quien se ha abrochado el cinturón en los peores años de la crisis y en este aspecto el sector privado de España ha dado la talla puesto que lidera el desapalancamiento desde los máximos de la crisis, mientras que otras naciones lo han reducido en términos similares (pero inferiores) como es el caso de Reino Unido mientras que en Francia no sólo no lo han reducido sino que se ha incrementado.