El informe ‘Las energías renovables en el sistema eléctrico español 2016’ realizado por Red Eléctrica nos permite mostrar una radiografía de qué momento atraviesan las energías renovables en nuestro país. En una aproximación rápida podemos destacar la importancia de este tipo de energías que choca con lo que en un primer momento pudiéramos pensar puesto que el año pasado representaron más de un 45% de la potencia instalada y cerca de un 38,9% de la generación de energía en nuestro país.
Una radiografía que en un primer vistazo podría resultar positiva pero la tendencia nos muestra todo lo contrario. La potencia instalada de las energías renovables lleva en porcentajes muy similares en los últimos cuatro años mientras que la generación de energía eléctrica a través de renovables está en unos niveles inferiores al 2013 y 2014 ya que en esos dos años lograba sobrepasar el 40%.
Por tanto, la situación parece haberse estancado o deteriorado desde 2013 y algunos países europeos parecen habernos comido la tostada. Si bien en dicho año nuestra generación de energía renovable sobre el total era de un 40,4% y del 26,5% para el conjunto de un gran número de países europeos (diferencia de casi 14 puntos) el año pasado dicho margen se ha reducido y en España supone el 38,9% frente al 33% de media en Europa, menos de seis puntos de diferencia.
En este peso de las energías renovables en España deberíamos buscar dos grandes impulsores: la energía eólica y la hidráulica, pero sobre todo la primera ya que es menos dependiente de las condiciones meteorológicas y su producción es, por tanto, más constante. En 2016 la energía eólica fue la segunda fuente energética con una cuota del 18,4% de la producción nacional y respecto a las fuentes de origen renovable supuso el 47,3% de la generación renovable, es decir, casi la mitad de la producción de energía renovable se obtiene a través del aire lo que nos convierte en la segunda potencia europea en energía eólica instalada.
Un fuerte desarrollo de las energías renovables al comienzo del siglo XXI debido a la firme apuesta por este tipo de energías recogidas en el Plan de Fomento de Energías Renovables (2000-2010) y que fue ideado con el fin de generar un 30% de electricidad gracias a las fuentes renovables y cuyo objetivo se logró de manera amplia puesto que dicho porcentaje se situó en torno al 35%. Además, esta plan se tuvo que revisar y se desarrolló el Plan de Fomento de Energías Renovables (2005-2010) puesto que el consumo de energía había aumentado más de lo previsto y se añadieron dos objetivos nuevos marcados por la Unión Europea como eran que la electricidad generada debía proceder de energía renovable en un 29,4% mientras que el consumo de los viajes debía provenir en un 5,75% de biocombustibles.
En cuanto al Plan de Energías Renovables 2011-2020, están surgiendo voces acerca del incumplimiento de los objetivos establecidos para la energía eólica, que están fijados en un total de 38.000 megavatios. Pues bien, desde BBVA Research destacan que las subastas realizadas por parte del Gobierno no serán suficientes para alcanzar ese objetivo en 2020. No obstante, el ejecutivo español se muestra optimista puesto que destacan que con las subastas y las medidas de eficiencia sería factible lograr el objetivo de la Comisión Europea de un 20% de energías renovables en 2020 frente al 16% actual. Además, en dicho plan el Gobierno destaca que han dejado atrás la fase de lanzamiento de las energías renovables y se encuentran en una fase de consolidación y desarrollo.
Desde el servicio de estudios del BBVA señalan que las perspectivas para la energía eólica «son positivas», con un objetivo para el conjunto de la UE del 27% en electricidad procedente de fuentes renovables para el 2030. Aun así, destacan que el desafío será como manejar la transición energética puesto que un tercio del ‘mix’ energético en España se obtiene de la energía nuclear y el carbón que tiene fuertes impactos económicos en determinadas regiones. Pero según dichos expertos, la cuota del carbón (cerca del 14%) podría convertirse en energía solar o eólica en 2030 por lo que el porcentaje de energías renovables podría suponer en torno a un 55% de la producción de electricidad.
La producción de energía renovable podría alcanzar el 55% en 2030
Por su parte, la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA) ha señalado las prisas del Gobierno acerca de las subasta de renovables puesto que la prevista para hoy es “una muestra más de la precipitación y falta de planificación en el sector energético ya que producirá una acumulación de potencia renovable a instalar en un corto espacio de tiempo” y recalcan en una nota de prensa que “los 6.000 MW, que tendrán que instalarse antes del 31 de diciembre de 2019, suponen una carga excesiva para un sector que ha estado cinco años paralizado por decreto. Esta acumulación de nueva potencia en dos años y medio encarecerá la ejecución de los proyectos y pondrá en riesgo la propia instalación”.
Por tanto, entran prisas con las que cumplir o aproximarse a los objetivos por lo que la situación recoge cierta incertidumbre, tal y como muestran los estudios de BBVA Research y APPA, por lo que es probable que aparezcan ciertos obstáculos que dificulten la consecución de objetivos para el año 2020.