miércoles, 11 diciembre 2024

Iglesias pierde el control de Podemos

No están siendo días buenos para el líder de Podemos, Pablo Iglesias. La reelección de Sánchez al frente del PSOE y su apuesta por un PSOE a la izquierda que compita con el electorado del partido morado, y la crisis abierta a nivel territorial por la posición respecto del referendum del 1-O, le están haciendo perder el control del partido, que ha entrado en una dinámica de crisis propia de las organizaciones de izquierdas tan sectorializadas.

Pero ese fue el modelo por el que se apostó en Vistalegre y ahora Podemos empieza a pagar las consecuencias. De hecho, las presiones que llegan a Madrid desde las confluencias, por una parte –Beiras ha exigido que se respalde la consulta-, y desde los anticapitalistas –tanto la andaluza Teresa Rodríguez como el líder del partido Miguel Urban, se han alineado con los partidarios de apoyar la consulta-, están obligando a Iglesias a cambiar de discurso cada diez minutos, consciente de que los votos que gana por un lado, los puede perder por otro.

En ese sentido, el discurso del socialista Sánchez se acerca mucho más a lo que piensa la mayoría del electorado de izquierdas, que rechaza el referendum y, por supuesto, la independencia catalana, pero apoyaría una reforma de la Constitución que satisficiera algunas de las demandas de Cataluña. Esa era la posición inicial de Iglesias –defensor de la ‘plurinacionalidad’ al igual que Sánchez-, pero le está creando serios problemas.

Todo ello hace que en las encuestas Podemos tenga una tendencia a la baja, lo cual se podría acentuar de aquí a las elecciones municipales y autonómicas de 2019, lo que está esperando el ‘errejonismo’ para volver a dar la batalla del control de Podemos desde una posición mucho más realista y transversal. “No nos conformamos con lo que ha pasado en Vistalegre, aunque asumimos que ahora no tenemos la mayoría”, dicen fuentes del entorno de Íñigo Errejón.

Y la clave va a estar en Madrid. El ‘errejonismo’ sabe que Podemos puede perder las alcaldías en las que ahora gobierna, pero necesita que se mantengan o mejoren los resultados de Madrid donde su manera de ver la política se está ejercitando con bastante más aceptación popular que en otras ciudades. Si eso ocurre, habrán ganado una batalla importante por el control de Podemos, pero para eso es necesario que Manuela Carmena tome una decisión acertada, bien sobre sí misma, o bien sobre su sucesor o sucesora.


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