sábado, 14 diciembre 2024

El candidato ideal del PP para recuperar Madrid se resiste a aceptar el encargo

El partido Popular necesita recuperar Madrid. Y lo necesita porque la capital de España tiene un valor simbólico para el PP, ya que sirve de impulsor del voto. Hoy por hoy todas las encuestas –especialmente las publicadas este fin de semana- solo coinciden en una cosa: el PP baja en intención de voto. Es lógico que lo haga porque los casos de corrupción están lastrando su expectativa electoral, y no tanto por los hechos en sí como por la sensación muy extendida –y en eso también coinciden los sondeos- de que no hace nada para evitarla.

Si a eso añadimos unos meses en los que el Gobierno ha sumado enormes dosis de inactividad e inmovilismo, es normal que los sondeos castiguen al partido que lo sustenta. El problema es que si la tendencia se mantiene, al ritmo con el que el PP se desgasta pronto bajará de un 30% de intención de voto y, de ahí hacia abajo significa perder inevitablemente el Gobierno de la nación.

Pero también es verdad que son encuestas, sondeos, y que otras veces se han equivocado, por eso el PP confía en que las elecciones municipales y autonómicas den un vuelco a la situación. Serán en mayo de 2019, es decir, dentro de dos años, pero los partidos políticos ya están en clave electoral y buscan candidatos. Y Madrid es, sin duda, uno de los terrenos donde la batalla va a ser más dura, de ahí que ya se empiecen a dar nombres y a tantear posibilidades.

El punto de partida es malo para el PP: desbancado del poder municipal en las anteriores elecciones a las que se presentaba una orgullosa y convencida de su victoria Esperanza Aguirre, los casos de corrupción le están pasando una factura muy dolorosa. El liderazgo municipal ha quedado huérfano y aunque el partido está en manos de Cristina Cifuentes, es cierto que a nivel municipal el PP está en una situación muy complicada.

¿Y ella quiere?

De ahí que vuelva a sonar con fuerza un nombre para liderar esa lista, el de Soraya Sáenz de Santamaría. Ya lo hizo antes de las anteriores municipales, pero entonces Aguirre todavía jugaba fuerte sus cartas. Ahora el PP vuelve a creer que la todopoderosa vicepresidenta del Gobierno sería una candidata ganadora para Madrid, y seguramente no les falte razón a quienes apuestan por ella.

El problema es que Soraya no quiere. La vice tiene otra ambición, nada menos que la de seguir estando ahí por si Rajoy se tiene que ir antes de acabar su mandato y la elegida para sucederle es ella. Sabe que tiene difícil superar unas primarias en el partido, pero otra cosa bien distinta es que Rajoy la deje al frente del Gobierno por una retirada forzosa.

En cualquier caso, Soraya hará lo que le diga su feje de filas, y el Ayuntamiento de Madrid es un bien muy preciado por un PP que necesita esa victoria para levantar la moral de su tropa.


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