Por mucho que tire la economía, todavía queda mucho para que el sector inmobiliario recupera el brillo que tuvo allá por la década de los 2.000. Que le pregunten al Ayuntamiento de Madrid, que ha comprobado cómo –administraciones al margen- sus principales deudores son empresas inmobiliarias. Entre ellas, algunas clásicas que han quebrado ya –como Nozar o Habitat, por nombrar las más conocidas- junto a otras más pequeñas que también están en concurso de acreedores o, directamente, en proceso de liquidación.
Se hace, por tanto, difícil pensar que el Ayuntamiento de Carmena pueda cobrar los más de 164 millones que le adeudan. Pero entre los nombres que aparecen en el listado hay dos que llaman la atención por encima de los demás: Inmobiliaria Juban y Comercial Mirasierra. Ambas tienen un nexo en común, el apellido de sus máximos dirigente: Banús, la mítica familia de la construcción. Descendientes de Juan Banús Masdeu, responsable de la construcción de una de las zonas de mayor poder adquisitivo de la capital: Mirasierra, allá por el año 1949.
La suma de ambas compañías en deudas al consistorio madrileño alcanzan los 3,19 millones; que se reparten de la siguiente manera: Inmobiliaria Juban de sociedad anónima de construcciones adeuda 1,81 millones; mientras que Comercial Mirasierra debe 1,39 millones de euros.
Pese a estas deudas, parece que la sociedad ha podido ir capeando el temporal; no obstante, hace tres años lograba el apoyo de sus bancos acreedores para tratar de ampliar los plazos de pago y lograr nuevas líneas de liquidez que le dieran aire. En sus cuentas resulta complicado conocer cómo están las cosas en la actualidad; dado que los últimos números presentados al registro datan del año 2014.
Ulibarri también debe
Pero no es el único nombre ‘ilustre’ que tenemos en el listado de morosos con el Ayuntamiento. También encontramos el del empresario José Luis Ulibarri; conocido por sus negocios en Castilla y León relacionados con los medios de comunicación, adeuda al consistorio 1,4 millones de euros a través de Elodea, una sociedad inmobiliaria que absorción de Begar Construcciones y Contratas, que cayó en concurso de acreedores
Sin embargo, el empresario parece no tener suerte en el mundo del inmobiliario y la construcción. También Elodea está en concurso de acreedores; de hecho el juzgado ha declarado ya Junta de Acreedores para el próximo 5 de junio de 2018. Elodea es el nombre escogido por Ulibarri para intentar desligar su actividad inmobiliaria y constructora de la operación Gürtel, en el que está involucrado y acusado por la Fiscalía.