El amor por lo saludable es más que una tendencia pasajera. Han proliferado miles de webs que informan sobre dietas, ejercicios express y superalimentos. Las marcas lanzan líneas para esta tendencia al alza por lo sano. Tiendas online que venden proteínas y otros suplementos en polvo, reportajes en informativos sobre la espirulina, nuevos centros de crossfit y… gimnasios. Hay una enorme industria detrás de la vida saludable y el deporte, y los gimnasios forman parte de este negocio. De hecho, España es el cuarto país de Europa en número de asociados a centros deportivos, con cinco millones de abonados, sólo por detrás de Reino Unido, Francia e Italia.
Cuando paseo por Madrid veo, principalmente, tres tipos de negocios que nacen entre carteles de “Se alquila” o “Se vende”: bares / restaurantes, centros de estética / belleza / peluquerías, y franquicias de gimnasios. Los franquiciadores (propietarios de las marcas) de estos últimos son conscientes de que aquí hay negocio. Tanto, que los costes de apertura de un gimnasio están a la altura de abrir un Burguer King o un McDonalds, que siempre han sido consideradas franquicias sólo accesibles para bolsillos llenos. Para abrir un gimnasio hay que tener músculo… económico.
¿Cuánto cuesta abrir un gimnasio?
Según un informe de T4 Franquicias, el coste de apertura de un centro de estas características es de entre 800 y 1.000 euros por metro cuadrado. Este mismo análisis aclara que, de media, los gimnasios tienen unas instalaciones de 800 metros cuadrados, lo que significa que las matrices de las franquicias de un centro deportivo piden, por abrir un gimnasio con su marca, en torno a los 750.000 euros.
Según otras fuentes consultadas por Merca2.es, la apertura de un Burguer King oscila en torno a los 600.000 euros. La de un McDonalds, casi llega a los 900.000 euros. Ahí no queda la cosa, según diversas webs especializadas. Los franquiciadores de las cadenas de gimnasios están solicitando, además del mencionado canon inicial, entre un 7 y un 9% de royalties. Abrir un gimnasio está ya a la altura de las grandes cadenas de restauración.
Rentabilidad frente a grandes cierres que afectan a socios
Mientras que las consultoras de franquicias aseguran que este modelo es rentable, no es menos cierto que buceando en la hemeroteca encontramos casos recientes de cierres de gimnasios, que han dejado sin servicio (y sin el reembolso de sus cuotas) a sus usuarios.
En 2014, en plena crisis, echaban el cierre el 15% de los gimnasios en España. La subida del IVA, del 12 al 21%, fue una de las claves que aceleró el cierre de algunos establecimientos, que ya agonizaban debido a la mencionada crisis. Pero no es necesario irse a momentos macreconómicos desfavorables, para encontrar establecimientos de este tipo que cierran.
La matriz de los gimnasios Virgin Active publicaba en el año 2016 que el cierre de sus instalaciones en Móstoles se debía a “razones objetivas”. Traducción: pérdidas en el negocio. Un cierre que era la culminación de la marcha de esta franquicia de Alicante y Terrasa, que se había producido en el año anterior, según publica el medio especializado Palco23.com.
También en 2016, y en pleno Barrio de Salamanca en Madrid, cerraba sin previo aviso Fitness Place. En este caso se dejaba sin servicio a mil usuarios de la zona, a los que se había renovado abono recientemente. Fuentes de la organización aclaraban al diario ABC que lo ocurrido se derivaba de un problema con el arrendador, y que iban a derivar a los usuarios a otros centros de la marca que se encontraran cerca.
Algo similar ocurrió con MediaFit, en Jerez de la Frontera. Según informó a finales del año pasado el Diario de Jerez, el coste del abono anual era de 10€ al mes… Y se había estado renovando a afectados hasta horas antes del cierre. Huele mal, al menos económicamente.
Si echamos cuentas, y sabiendo que este gimnasio contaba con 2.000 abonados, los ingresos serían de 20.000 € al año. Teniendo en cuenta los costes de apertura analizados, y a sabiendas de que en Jerez será más barato que abrir en Madrid, este centro tardaría más de 20 años en (únicamente) recuperar la inversión.
Precios y competencia real
Merca2.es ha charlado con representantes de franquiciados de dos grandes cadenas de gimnasios. Reconocen que la inversión inicial es, efectivamente, elevada. No quieren aportar cifras concretas, pero reconocen que es difícil recoger frutos hasta que no pasan varios años.
«En realidad, existen pocas franquicias matriz. Es decir, aunque hay muchos gimnasios, los propietarios de las marcas no son tantos en realidad. En torno a una treintena. Establecen unos precios que son muy buenos para el usuario, pero al inversor le dificulta recuperar el dinero«, explica uno de ellos. «Como contrapartida, y en nuestro caso, la franquicia sí nos apoya en la consecución de nuevos socios, que es la verdadera clave del negocio y a lo que se dedican todos los esfuerzos».
Un segundo representante de franquiciados asegura que «las cuentas salen, aunque a medio plazo. Hay que ser consciente de que se corre un riesgo, como en cualquier negocio, pero es cierto que abrir un gimnasio en Madrid o Barcelona es caro».
«Los franquiciados tenemos dos problemas y ambos relacionados con las cuotas que pagan los usuarios, que son lógicamente nuestro principal ingreso. Estas son bajas de por sí. Raro es el gimnasio en franquicia que pide más de 30€ al mes por usar las instalaciones. Por otro lado, el IVA subió al 21%, pero con la mencionada competencia es difícil repercutir esa subida en la cuota mensual. Al final, la subida de IVA la asumimos en nuestras cuentas de resultados».