Una de las peculiaridades de ser trabajador autónomo es que tu responsabilidad frente a las deudas es ilimitada. ¿Qué significa esto? Que responderás ante las deudas derivadas de tu actividad con tu patrimonio. Más te vale no endeudarte en exceso, porque en el caso de que las deudas te ahoguen, irán a por tus bienes personales (casa, coche, embargo de cuentas,…). Una dificultad y desprotección añadida para este tipo de trabajadores por cuenta propia.
Medidas de protección
En los últimos años se han dado pasos para proteger de algún modo la figura del autónomo. Las instituciones son conscientes de que, si quieren fomentar las altas de autónomos, deben facilitar su inserción en este Régimen de la Seguridad Social. Así como minimizar, en la medida de lo posible, los riesgos. No es cuestión de asustarle antes de iniciar actividad.
Para ello se creó hace años la figura del autónomo de responsabilidad limitada (ERL). Con ella, un profesional de este tipo puede proteger su vivienda, siempre y cuando esta tenga un valor menor de 300.000 euros. Es decir, si entra en bancarrota o tiene deudas derivadas de su actividad profesional, al menos, no le podrán quitar la casa.
La Ley de Segunda Oportunidad fue otra de las propuestas que pretende atajar el problema. Gracias a ella se han condonado deudas de hasta dos millones de euros en algunos casos, como el que se decidió en el Juzgado Mercantil de Barcelona, a primeros de este año. Un autónomo y su esposa eran exonerados de una deuda de dos millones de euros en avales.
Estos fueron solicitados para poner en marcha un negocio que, por la crisis, no prosperó. La actividad entró en concurso, aunque los bienes asociados a dicha actividad no dieron para pagar a los acreedores. El juez determinó sin embargo que el empresario podría iniciar otra actividad económica sin tener que hacer frente a esa carga, que le hubiera lastrado de por vida.
Bien es cierto que las asociaciones de trabajadores autónomos, a pesar de casos como el descrito, no están conformes con la normativa. La principal reclamación es que las deudas contraídas con la Seguridad Social, y con Hacienda, en ningún caso podrán ser condonadas.
Por lo tanto, la mejor fórmula para asegurar la viabilidad de nuestra actividad como autónomo es controlar nuestro endeudamiento. Más nos vale, si tenemos en cuenta que los retrasos en los pagos a las mencionadas instituciones públicas se recargan con un 20%, aunque sólo te retrases unas horas con respecto a la fecha de pago.
La fórmula mágica para medir tu endeudamiento
Está extendido que un ratio de endeudamiento normal estaría entre el 0,4 y el 0,6. Dicha cifra se obtiene de la división de pasivo entre patrimonio neto. Merca2.es ha charlado en exclusiva con Ángel Luis Vázquez Torres, economista, asesor contable y presidente de la Asociación Española de Mediación.
A pesar de la anterior estimación, Vázquez Torres considera que hay que analizar caso por caso. «Si todo el endeudamiento (del autónomo) es a corto plazo, es muy probable que se tengan problemas de tesorería«, asegura.
Para afinar aún más, recomienda al autónomo extraer el ratio del test ácido. Este número nos compara parámetros que permiten al profesional obtener liquidez rápidamente, con lo que debe a corto plazo. Si el resultado es mayor que 1 significa que no debe preocuparse. Si es menor… tienes un problema.
En los primeros debemos contabilizar saldo de clientes, tesorería y recursos financieros, principalmente. En el segundo, el pasivo corriente. La división de los acumulados de ambas partes nos aportará la cifra resultante, que nos deberá preocupar o no en función de si está por encima o por debajo de 1.
Según Vazquez Torres, existe una segunda metodología que puede ayudarnos a controlar nuestro nivel de endeudamiento como autónomos. «Si los gastos financieros están por debajo del 2% sobre las ventas todo va bien. Entre el 2% y el 5%, se tiene que analizar. Por encima del 5%, peligro».